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Lourdes Gómez
Londres
Miércoles, 16 de abril 2025, 14:11
La legislación británica considera la mujer y el sexo en términos biológicos y excluye de la definición legal de mujer a las trans de género ... femenino. Esta es la conclusión que ha alcanzado por unanimidad el Tribunal Supremo del Reino Unido en el sonado y crispado caso que enfrenta a un grupo de mujeres con el Gobierno de Escocia en torno a la aplicación de dos marcos legales con elementos compartidos: las leyes de Igualdad, de 2010, y de Reconocimiento de Género, de 2004, aprobadas ambas por el Parlamento de Westminster y de vigor en toda la isla.
«La unánime decisión de esta corte es que la definición de los términos de mujer y de sexo en la ley de Igualdad de 2010 se refiere a una mujer biológica y al sexo biológico», resumió el vicepresidente del Supremo, el juez Patrick Hodge, en su lectura abreviada de la sentencia, pronunciada el miércoles 16.
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El fallo pone fin al pleito interpuesto por For Women Scotland (Por las mujeres Escocia, FWS, en sus siglas en inglés) contra una revisada directriz legal del Ejecutivo escocés, que extiende la condición de mujer a hombres que han completado el proceso de reasignación de género y tienen el certificado correspondiente de identidad femenina. La versión previa de la misma circular iba incluso más lejos e incluía en la órbita femenina a personas nacidas con sexo masculino que vivían como una mujer y proyectaban cambiar de género.
El Supremo ha echado tierra sobre la interpretación que el entonces Gobierno de Nicola Sturgeon, con el apoyo de parlamentarios laboristas, además de escaños en las bancadas de los partidos SNP y Verde, hizo de la ley de Igualdad en sus cláusulas relacionadas con los derechos y protecciones de la mujer. En liza estaba la demanda de FWS contra una legislación de 2018 que promociona una mayor representación de mujeres en organismos públicos de Escocia. El objetivo de esta ley que generó la disputa apunta a alcanzar la paridad entre ambos géneros en las juntas directivas.
El colectivo de mujeres, que cuenta con el respaldo de la escritora J K Rowling, autora de la serie de Harry Potter, se movilizó en distintos frentes con el fin de asegurar la exclusión de mujeres trans de la iniciativa gubernamental de discriminación positiva femenina en el reparto de cargos oficiales. El grupo considera el sexo biológico el factor determinante a la hora de clasificar a una persona y garantizarle acceso a espacios reservados para la mujer, como baños públicos, refugios para víctimas de violencia machista o departamentos de hospitales y otros centros de salud. «Fueron necesarias tres mujeres extraordinarias y tenaces, con un ejército detrás, para que el Tribunal Supremo atendiera este caso y, al ganar, han protegido los derechos de mujeres y niñas en todo el Reino Unido», explica la autora en su cuenta de X (antes Twitter), al tiempo que transmite lo «orgullosa» que se siente de haber conocido a las promotoras de FWS.
Una de las fundadoras de la organización, Susan Smith, estalló jubilosa ante la puerta del Supremo, que se alza a un lado de la abadía de Westminster y frente a la sede del Parlamento del Reino Unido. «Los jueces han establecido lo que siempre hemos creído, correcto en esta caso, que las mujeres están protegidas por su sexo biológico», dijo la activista.
FWS quiere «proteger» espacios y servicios creados exclusivamente para la mujer de la intromisión de varones con el género femenino reasignado y certificado en un documento legal. Rowling enumeró una larga lista de posibles afectados por la sentencia del Supremo, que tiene jurisdicción no solo en Escocia, sino en el resto de las naciones británicas: presas femeninas encarceladas con hombres violadores, mujeres enfermas que necesitan atención intima, niñas forzadas a compartir dormitorio con varones, deportistas femeninas a quienes les han robado el sueño de sus vidas…
Para los grupos trans, la resolución del panel de jueces vulnera sus derechos humanos y representa un riesgo de abuso y discriminación. «Es un duro golpe para algunas de las personas más marginadas de nuestra sociedad. Puede conducir a la retirada de protecciones importantes y causar profunda ansiedad y preocupación a muchos trans y sus queridos», dijo Maggie Chapman, parlamentaria en Escocia del Partido Verde y defensora de los derechos de minorías transgénero.
Scottish Trans se reserva su opinión legal hasta que el equipo de abogados estudie a fondo el contenido de la detallada y complicada sentencia de los cinco altos jueces del tribunal de máxima instancia, que incluye dos mujeres y tres hombres. Sin embargo, un portavoz de la ONG compartió su frustración y sorpresa en una entrevista con la BBC en la que también planteó dudas sobre las implicaciones prácticas de la exclusión de trans de espacios reservados a la mujer. «¿Si tengo un ataque de apendicitis, en que sección del hospital me van a atender?». Esta y otras muchas preguntas surgirán en los próximos días.
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