La campaña viral de Trump y Biden
El presidente y el líder demócrata confrontan en las redes sus estrategias sobre la epidemia, que ya asola EE UU
Mercedes Gallego
Nueva York
Sábado, 28 de marzo 2020, 19:22
Michigan fue la estocada. Con el candidato socialista vencido en el cinturón industrial del automóvil, la predecible derrota de Bernie Sanders en Florida auguraba el ... final de la contienda. Joe Biden era, a todas luces, el presunto ganador de la nominación presidencial por el Partido Demócrata y futuro rival de Donald Trump en noviembre. Entonces llegó el coronavirus, como un tsunami que lo barrió todo de las pantallas.
El mundo se paró en seco. No más campañas, no más mítines, ni primarias. Biden desapareció de las noticias y se convirtió en el candidato invisible. «Lo que me preocupa es que ahora con esta crisis vemos a Donald Trump todos los días dando su informe a la prensa, y lo que yo quisiera es verle más a usted», le dijo uno de sus donantes.
Su reflexión encontró eco en el candidato y en todos los analistas. Trump, un animal del 'reality show', había olfateado con rapidez que la ansiedad colectiva era una oportunidad para ponerse delante de las cámaras y no la desaprovechó. Gracias a ello el presidente tiene ahora la popularidad más alta de su mandato, un 49% en comparación al 44% del mes anterior, cuando salió triunfante del proceso de 'impeachment'. Según la misma encuesta de Gallup, el 60% aprueba su gestión de la crisis, por catastrófica que haya sido. La tele manda. Y es que para saber que miente hace falta estar informado, lo que cada día es más difícil en la cacofonía mediática y digital.
Biden no ha tenido más remedio que aplicarse en su juego, en el que parte con desventaja. El presidente tiene 75 millones de seguidores en Twitter y 27 millones en Facebook, sin contar los grupos que le apoyan. Desde que empezó a dar las conferencias del coronavirus, cada tarde dispone de la atención exclusiva de todas las cadenas de televisión y de radio, pendientes a la última actualización del presidente.
Su presunto rival está recluido en su casa de Wilmington (Delaware), donde se ha montado un estudio de televisión en el sótano para dar entrevistas a las televisiones y grabar vídeos que cuelga en las redes. Sus números palidecen frente a los de Trump: 4.6 millones en Twitter, o seis veces menos, y 1.6 millones en Facebook. Su primera conferencia de prensa esta semana, transmitida por Periscope, deja claro que el único tema que ahora interesa al público es el coronavirus. En las anteriores intervenciones de campaña obtenía una media de 150.000 espectadores, pero cuando anuncia su respuesta a la crisis o se reúne virtualmente con los médicos para hablar de la pandemia, sube a los 400.000.
Con todo, los vídeos de sus producciones que realmente vuelan por la red son los que critican a Trump, exponen sus mentiras o explican la mala gestión de la pandemia. Esto último fue lo que hizo didácticamente Ron Klain, coordinador de la respuesta de la Casa Blanca de Obama al ebola. El vídeo tuvo una audiencia de 4.4 millones en menos de una semana. Biden por fin se había vuelto viral-
Everyone knows that we're facing a real crisis from the coronavirus. But do you know how we got here and what we need to do next? Ron Klain, former White House Ebola Response Coordinator, breaks it down for us: pic.twitter.com/XRkIw2EzM4
Joe Biden (@JoeBiden) March 21, 2020
Después de medio siglo haciendo campañas, el político de 77 años que disfruta estrechando manos y abrazando a los extraños ha descubierto que puede llegar a más gente sentado en casa. «Es toda una ironía», confesó el martes en entrevista con 'The View'. Sus asesores han llegado a la conclusión de que la crisis del coronavirus representa también una oportunidad. «Todo el mundo en EE UU va a estar sentado delante de la televisión y el ordenador día y noche», observó Teddy Goff, director digital de la campaña de Obama en 2012.
El reto para Biden es encontrar la medida de este traje que Trump lleva vistiendo toda la vida. Su campaña virtual tendrá que averiguar a qué hora le ve la gente, qué temas les hacen pararse a ver el vídeo y cómo no aburrirlos con el mismo mensaje. Cosas que el presidente sabe por instinto. En un reto de creatividad, el pasado fin de semana Biden lanzó por Instagram Live una fiesta virtual de cuarentena auspiciada por el cantante de hip hop Dj D-Nice a la que se conectaron 100.000 personas, desde los Obama a Mark Zuckerberg, pasando por Oprah Winfrey y Jennifer Lopez. 'Don't try to slow me down, yeah!', cantaba Beyonce (No trates de frenarme).
Trump tiene una audiencia cautiva de ansiedad que devorará cada palabra que diga del coronavirus. Biden quiere mostrar el contraste de cómo gestionaría la crisis un presidente con experiencia, pero todo lo que diga serán palabras vacías, porque 2021 queda muy lejos. «Ahora estoy enfocado en resolver esta crisis», respondió respecto a su próximo debate con Sanders. Hablaba como si ya fuera el presidente, algo que sintió mal a Hillary Clinton. Trump, por su parte, aprovecha sus despistes para alimentar el mote del 'Adormilado Joe' que le ha puesto. «¿Le has escuchado? Ha dicho lo importante que son sus cinco nietos y tiene seis?», retuiteó. La batalla será viral y acaba de empezar.
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