Hollywood alerta contra la «caza de brujas» de Trump mientras emisoras de EE UU se niegan a emitir el programa de Jimmy Kimmel
Quinientas celebridades de Hollywood lanzan un duro alegato contra el recorte de la libertad de expresión y el intento de Trump de «silenciar a sus críticos»
M. Pérez
Martes, 23 de septiembre 2025
El regreso del programa nocturno de Jimmy Kimmel a la cadena ABC se convirtió ayer en un nuevo ejemplo de la polarización estadounidense. Mientras la ... mayoría del país se aprestaba a asistir al 'late show' con indisimulada curiosidad, en Washington DC, Nashville, Seattle, Indianápolis y decenas de mercados locales se quedaron en ascuas ante la negativa de algunas emisoras de televisión a reponerlo en antena.
ABC mantuvo conversaciones con los dueños de dos de estos conglomerados de la comunicación, Sinclair y Nexstar, pero ambos se mostraron decididos a mantener el boicot, que afectaba, al cierre de esta edición, a una de cada cuatro antenas. Kimmel había ironizado en su espectáculo con la muerte del referente ultraconservador Charlie Kirk, lo que le valió la suspensión por Disney, propietaria de la cadena.
Este martes, una de las compañías que vetó el programa dijo que se trataba de «prevenir» ante los comentarios que Jimmy Kimmel pudiera hacer en su show y hasta que «se garantice el compromiso de todas las partes de fomentar un ambiente de diálogo respetuoso y constructivo». Existen pocos precedentes de un boicot de este estilo. La cláusula por la que es posible que una estación rechace un determinado programa se usó por última vez en 2006 cuando una televisión mormona de Utah se negó a retransmitir una entrevista-documental con Madonna.
Incluso así, el regreso de Kimmel se convirtió en un suspiro de alivio y una muestra de satisfacción para los compañeros del presentador, y también para los demócratas, que lo festejaron como una «victoria de la libertad de expresión». «Nuestra larga pesadilla nacional ha terminado», expuso Stephen Colbert, conductor de su propio programa en la CBS; cadena que ha decidido cancelarlo cuando termine el contrato del comunicador en mayo de 2026.
El comienzo del 'late show' de Kimmel estaba previsto a las 23.30 horas de anoche (5.30 de esta madrugada en España), y muchas voces lo compararon con el famoso pulso del periodista de CBS Edward R. Murrow con el senador McCarthy en la década de 1950. El director de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), Anthony Romero, lanzó una advertencia sobre una polarización política cada vez más radical que está alumbrando en EE UU «una era macartista moderna». Romero recordó, no obstante, que el senador Joseph McCarthy «quedó desacreditado cuando los estadounidenses se movilizaron y se opusieron a él».
El senador demócrata Chuck Schumer afirmó que el regreso del presentador de ABC forma parte de los derechos de la Primera Enmienda, a la libertad de expresión y de prensa, y combate «los abusos de Donald Trump y Brendan Carr», el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones.
Desde el lado conservador, el presentador de pódcast Matt Walsh se dirigió de forma cáustica al retorno de un programa que «estuvo en pausa durante unos tres días y, aun así, los izquierdistas nos dicen que fue un ataque mayor a la libertad de expresión que disparar y matar a Charlie Kirk».
Lluvia de estrellas
A la Administración Trump no le quedó la pasada madrugada otro remedio que indigestarse al contemplar de nuevo a su comediante defenestrado en la pequeña pantalla y con sus compañeros de profesión jaleando el retorno. No fueron buenas las últimas horas para el Gobierno, y menos para su presidente, al que la industria del entretenimiento le dio otro disgusto con un comunicado donde señalaba que sus «amenazas» y «presiones» a los profesionales «atacan la esencia» de un «país libre».
Eso sí ha sido una lluvia de estrellas. Nada menos que quinientos famosos de Hollywood secundan la carta, por iniciativa de la ACLU, en la que proclaman que no solo «nuestra industria» es afectada. «Maestros, empleados gubernamentales, bufetes de abogados, investigadores, universidades, estudiantes y muchos más también enfrentan ataques directos a su libertad de expresión», explica el comunicado. «Nosotros, el pueblo, nunca debemos aceptar amenazas gubernamentales a nuestra libertad de expresión».
El manifiesto lo firman, entre otros, Meryl Streep, Robert De Niro, Sean Penn -quien en una ocasión dijo que «Trump podría intentar destruir el mundo»-, Jennifer Aniston, Pedro Pascal, Ben Stiller, Selena Gomez, Michael Keaton, Tom Hanks e históricas progresistas como Jane Fonda, Barbra Streisand, Anette Bening y Jamie Lee Curtis. Los artistas consideran que la cancelación del programa de Jimmy Kimmel ha marcado «un momento oscuro para la libertad de expresión en nuestra nación» y claman contra el Gobierno por intentar «silenciar a sus críticos.
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