EE UU pedirá pena de muerte para el autor de la masacre en la sinagoga de Pensilvania

Robert Bowrers, de 46 años, gritó «todos los judíos deben morir» mientras disparaba contra las congregaciones reunidas para un servicio sabático en la sinagoga del Árbol de la Vida el pasado 27 de octubre, han señalado las autoridades.

Bowers, que está a la espera de juicio, se declaró inocente ante el Tribunal de Distrito de EE UU en Pittsburgh de una acusación de 63 cargos, entro los que se incluyen el uso de un arma de fuego para cometer asesinatos y la obstrucción del ejercicio libre de creencias religiosas que resultan en la muerte.

«Robert Bowers expresó su odio hacia la fe judía y el desprecio hacia sus miembro jugó un papel fundamental en los asesinatos», ha señalado la Fiscalía. Tenía como objetivo ese lugar para maximizar la devastación, aumentar el daño de sus crímenes e infundir miedo dentro de las comunidades judías locales, nacionales e internacionales», ha añadido, asegurando que se trata del ataque más mortífero contra judíos estadounidenses en el país.

En los documentos se menciona que Bowers atacó a varias personas particularmente vulnerables debido a su avanzada edad y demostró una gran falta de remordimiento después del tiroteo masivo, que dejó una mujer de 97 años y una pareja de 80 entre las víctimas fallecidas.

Durante la mañana del asalto a la sinagoga, Bowers, residente en un suburbio de Pittsburgh, compartió comentarios antisemitas a través de sus redes sociales, incluida una publicación en la que denunciaba el trabajo de la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante, una organización benéfica judía de EE UU. Este hecho, entre otros, ayudó a los agentes a explicar la actitud y sangre fría con la que actuó el atacante.