Asciende a 80 el número de muertos por consumir alcohol de fabricación casera

El consumo de alcohol ilegal es común en Kenia, un país en el que gran parte de la población no se puede permitir la compra de bebidas alcohólicas. Muertes como las ocurridas esta semana ocurren con frecuencia en Kenia, pero este es el mayor número de fallecidos en un solo incidente desde hace años.

"Las investigaciones para averiguar el origen de las bebidas están en proceso", ha comentado en Twitter el Centro Nacional de Operaciones de Catástrofes. El jefe de la Autoridad Nacional para la Campaña contra el Abuso de Alcohol y Drogas, John Mututho, ha asegurado a la Citizen Television que las bebidas adulteradas procedían probablemente del mismo lote.

El número de muertos ha subido a 80, con las últimas defunciones en las regiones de Embu, Kiambu, Makueni y Kutui, en el centro y el este del país. El martes se informó de la muerte de 60 individuos y decenas de personas fueron hospitalizas, muchos aquejados de ceguera.

El comandante de la Policía del condado de Kiambu, James Mugera, ha confirmado a Reuters que las autoridades han detenido a unas diez personas para interrogarlas. "Hemos tomado medidas severas contra las destilerías ilegales y contra aquellos que venden estos productos", ha añadido.

En 2005, 45 personas murieron al mezclar alcohol con metanol para aumentar su graduación. En 2000, alrededor de 130 personas murieron por ingerir una remesa tóxica.

La venta de bebidas caseras es una práctica habitual en las calles de ciudades y pueblos de Kenia. Mututho, antiguo diputado, promovió en 2010 una ley para controlar la distribución de alcohol, pero la normativa ha demostrado ser ineficaz en la práctica.