La triste historia de la que iba a ser la mayor obra hidráulica de Málaga
Carlos Gozalbes Cravioto recupera el abandono del proyecto del Puente del Rey, la fuente y el acueducto, una idea «faraónica» para llevar agua a la capital que nunca llegó a prestar servicio y del que todavía hay restos en Alhaurín de la Torre o Churriana
«Iba a tener 52 arcos, que ya son arcos, pero, finalmente, no se terminó». Así ejemplifica Carlos Gozalbes Cravioto, licenciado en Historia y arqueólogo, ... autor de algo más de dos centenares de artículos en revistas especializadas y prolífico ponente, lo que pudo ser y no fue el Puente del Rey que, en realidad, además de paso sobre un río, en este caso, el Guadalhorce, también debería de haber sido fuente y acueducto.
Esta infraestructura, que tiene ya tres siglos, fue la protagonista de la primera de las conferencias de la vigésimo tercera edición del ciclo 'Alhaurín y su Historia', que organiza el Área de Patrimonio Histórico. La charla tuvo lugar en la Peña de Zapata, histórica barriada alhaurina por la que discurre este valioso bien cultural, y reunió a numerosos vecinos e interesados en el pasado local.
«Realmente es la obra más faraónica que se ha intentado hacer en Málaga en todos los tiempos», insiste el investigador. Su propósito era garantizar el suministro de agua a la capital con una gran conexión que partía de los pies de la Sierra de Mijas, allí se encuentra el gran acuífero que, aunque muy agotado actualmente, todavía dar de beber a buena parte de los municipios de su entorno.
Y no solo era una gran cañería, desde una fuente ubicada en Churriana, de la que todavía quedan restos, se iban a hacer construir 8 molinos harineros para que tampoco hubiera problemas en Málaga para elaborar pan, pues, cuando el río subía, no podía llegar el trigo a la ciudad procedente de los campos de los alrededores, como recuerda Gozalbes Cravioto.
Protección
La importancia de aquella obra está clara si se tiene en cuenta que, en 2018, el Acueducto de la Fuente del Rey fue inscrito en el catálogo general del Patrimonio Histórico de Andalucía como Bien de Interés Cultural (BIC). De este modo, se quiere conservar lo que queda de un exponente de la ingeniería del siglo XVIII de la que todavía quedan testimonios entre los términos municipales de Alhaurín de la Torre y Málaga. La idea, en la que se implicó personalmente Felipe V, surge en una época de auge comercial y agrícola, en la que llegan otros hitos, como la catedral y el puerto.
La catalogación, no obstante, no garantiza su puesta en valor, como considera Gozalbes Cravioto, en parte, opina, por la gran cantidad de propietarios distintos que se suceden a lo largo de los casi 6 kilómetros del trazado que se conservan, incluidos, los que están adosados a algunas viviendas.
¿Por qué cayó en el ostracismo esta obra? «Llegó con la muerte de su arquitecto», deja claro el historiador. El responsable, hasta sus últimos días, de la primera fase de la ejecución de esta vía de transporte de agua, personas y mercancías fue Toribio Martínez de la Vega, que recibió el encargo ya de mayor, con 82 años, tras dejar su sello en labores en catedral de Murcia, las minas de Almadén o el puente de los Peligros sobre el río Segura, en la capital murciana.
«Después, llegaron los problemas con los materiales y problemas políticos y de corrupción, por lo que, al final, se quedó en el olvido», apunta el encargado de la primera sesión de ponencias sobre la historia alhaurina, que bautizó con el título de 'La Fuente y el Puente del Rey: hambre o puente' y la que asistieron el alcalde, Joaquín Villanova; el concejal de Patrimonio Histórico, José Manuel de Molina; miembros de la Corporación Municipal y un gran número de vecinos y vecinas de esta barriada.
Valores
Del Puente del Rey sobre el río Guadalhorce se conservan dos arcos grandes y cinco pequeños. Gracias a ello, el vado ha estado en uso desde el siglo XIX con la instalación de una pasarela de madera, tal y como destacó el Gobierno andaluz cuando le otorgó categoría de monumento.
También destacaron el edificio de captación de la Fuente del Rey, en cuya portada principal figura la inscripción de su fecha de construcción, 1728. En cuanto al acueducto, un tramo discurre por la barriada Zapata, en Alhaurín de la Torre, que allí recibe el nombre de 'arcos de Zapata'; y otro por arroyo Ramírez con un muro que supera los cinco metros en algunos puntos, visible desde la autovía.
Al ser declarado BIC la Junta de Andalucía protegió también diversas zonas adyacentes a la infraestructura en el trayecto que va desde la Fuente del Rey a las cercanías del aeropuerto Pablo Picasso. El acueducto tiene asociado una abundante documentación técnica que aporta información de interés sobre la obra pública, la ingeniería y la arquitectura.
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