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La Junta de Andalucía, concretamente, la consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible, ha aceptado la cesión que realizó el Ayuntamiento de Ronda de un edificio abandonado y a medio construir, al 50% aproximadamente, junto al polígono industrial El Fuerte y frente al instituto Martín Rivero, un inmueble que popularmente se conoce como 'el edificio de la Isla', que data de los años ochenta y que apenas ha tenido uso y que históricamente se ha posicionado para acoger una nueva comisaría de la Policía Nacional y una residencia para personas con discapacidad, entre otros, sin que ningún proyecto llegase a buen puerto.
La alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández, ha valorado este miércoles «de forma muy positiva» este nuevo paso de la Junta y ha recordado que la cesión se llevó a cabo mediante acuerdo plenario con el beneplácito de todos los grupos políticos. El Gobierno andaluz invertirá en estas instalaciones, de en torno a mil metros cuadrados, alrededor de 900.000 euros y según la regidora, ya se está redactando el proyecto, con lo que estimó que a finales de este año podría comenzar las obras y terminar a mediados del próximo.
«Es una apuesta por Ronda en materia de agricultura y medio ambiente», dijo, ya que recordó que la intención de la Junta es trasladar a este edificio la Oficina Comarcal Agraria (OCA), además de ampliarla, así como las dependencias de la delegación territorial de Medio Ambiente que en la actualidad se sitúan en la antigua Casa del guarda de la Alameda.
Al respecto, la regidora dijo que ya tiene en mente el uso que dará a este último espacio una vez que se ejecute el traslado.
Otros edificios que Ronda tiene en la actualidad sin uso son la Casa del Jalifa, que el Ayuntamiento quiere vender; el viejo Hospital, aunque en parte de él se proyecta un centro sociosanitario, una actuación que está paralizada; y el antiguo edificio del colegio del Castillo, entre otros. Ya salieron de esta situación el viejo edificio del Mueble Rondeño, que se convirtió en un espacio especialmente dirigido a la juventud, con la plaza Miguel Ángel Blanco; y el albergue juvenil, que prácticamente no funcionó como tal y que la Fundación Asprodisis incorporará como sede de su servicio de atención temprana, entre otros. Las obras aún no han comenzado.
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