Voluntarios encuentran el primer nido de avispas velutinas en Málaga
El avispero de esta nueva especie invasora, que se buscaba desde agosto, ha aparecido en una finca privada de Alhaurín de la Torre
Después de más de dos meses de búsqueda de día y de noche por el campo, el primer nido (del que hay constancia oficial) de ... avispas asiáticas o velutinas ha aparecido por fin. Un grupo de voluntarios, formado por vecinos y personas concienciadas con este problema del Valle del Guadalhorce, lo localizó durante una batida a última hora de la tarde del pasado viernes, dentro de una parcela privada en la urbanización Pinos de Alhaurín, en la localidad de Alhaurín de la Torre.
No lejos de allí fue donde Eduardo Sáez, residente de la zona y biólogo de formación, dio la voz de alarma este verano, tras identificar a los primeros ejemplares de esta especie invasora de los que se tienen noticias en la provincia, y que acudían a beber a los abrevaderos de sus perros. Desde entonces, residentes, apicultores y senderistas, con el apoyo de agentes de Medio Ambiente de la Junta, han hecho numerosas inspecciones y trampeos sobre el terreno para tratar de dar con el avispero.
Operativo de retirada
El siguiente reto ahora es retirarlo, para lo que se están coordinando medios del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, de su empresa subcontratada de control de plagas y de la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente. La tarea no será fácil, puesto que este se encuentra oculto entre las ramas de un pino, a unos diez metros de altura, en un punto de difícil acceso. Además, estas avispas son muy agresivas cuando se trata de defender su colonia, que contiene más de mil ejemplares, y cada uno de ellos puede picar varias veces al atacante.
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El delegado, José Antonio Víquez, explica que se ha recabado la experiencia de expertos de Galicia, que ya llevan años luchando contra esta plaga. Finalmente, la retirada va a ser a cargo de técnicos de la empresa de control de plagas que trabaja para el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, junto con sus servicios operativos, y coordinados con agentes de Medio Ambiente de la Junta. «En Los Barrios se retiró el primer nido de Andalucía y no volvió, por lo que aquí esperamos que ocurra lo mismo».
Los descubridores
El grupo de voluntarios formado por Mar, Mark y Manuel fue el artífice del hallazgo. El último de ellos explica a SUR que fueron siguiendo ejemplares que acudieron a cebaderos de carne, en sus vuelos de vuelta al nido, tomando tiempos de referencia y triangulando la zona. A ello, se añadió la dificultad de entrar en parcelas particulares.
Tan escondido estaba que, de hecho, en esa parcela ya se había buscado en días previos, sin éxito. «Está en la copa del árbol y era muy difícil verlo». Aunque su grupo haya sido el protagonista, Manuel no pierde de vista que en las batidas han participado decenas de vecinos, apicultores, técnicos de empresas de plagas, agentes de Medio Ambiente e incluso guardas forestales de otras provincias que han venido a ayudar.
Gracias a las altas temperaturas, es posible que todavía no haya empezado la dispersión de reinas y se haya podido atajar a tiempo
Eduardo Sáez añade que el nido está en una calle cercana a la suya, a unos 250 metros de donde pusieron el punto de control al que acudían a beber las avispas. A su juicio, previsiblemente se haya podido localizar a tiempo para evitar el éxodo de las reinas para formar nuevos avisperos.
«Imaginamos que no han empezado, quizás todavía sea un poco pronto pero tampoco se sabe cómo se va a comportar aquí, donde la temperatura es más suave que en el norte y lo esperable sería que lo retrasaran y que todavía no hayan dispersado a las reinas», explica. Por lo tanto, una vez que se retire se habrá solucionado el problema, «al menos provisionalmente, hasta que llegue la siguiente».
Problema para las abejas
Juan Molina, presidente y veterinario de la Asociación Malagueña de Apicultores, respira con alivio después de más de dos meses de preocupación. Y es que este gremio es el más afectado por la llegada de las velutinas, que tienen a las abejas entre las principales presas, y con el desequilibrio ecológico que ello produce.
«Vecinos y voluntarios peinaron una zona que estaba muy marcada con las triangulaciones que se habían hecho, con distintos puntos de alimentación con carne y las direcciones hacia las que se dirigían». Así fue como a última hora de la tarde del viernes pasado llegaron a una casa que tenían que visitar y pudieron acceder a la finca con su propietario.
«Todos los voluntarios están muy contentos de haberlo encontrado por fin». Y sobre todo los apicultores: «Ya podemos respirar, aunque sea por un tiempo, nos hemos quitado un peso de encima porque la preocupación es muy grande».
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