¿Una nueva ronda o ampliar la actual entre Málaga y Rincón? El Gobierno activa el estudio

Miles de vecinos de la zona este de la Gran Málaga que tienen que acceder a la capital para trabajar o estudiar se enfrentan a diario a un cuello de botella que les hace perder muchas horas de viaje. Y es que la ausencia de un transporte público fiable y de calidad deja el coche como casi única alternativa, y da lugar a una intensidad media diaria (IMD) en este tramo de la A-7 de 76.400 vehículos, de las más altas de la provincia. SUR viene informando de las quejas de los afectados y de ambos ayuntamientos, ante lo que el Gobierno ha reaccionado, y ya está oficialmente en marcha el estudio informativo.

Junto a ello, no se puede olvidar el estudio de la Vía Perimetral del Área Metropolitana, elaborado por la consultora malagueña ARCS en 2017 bajo encargo del Ayuntamiento de la capital, y que mostró las posibilidades reales de acometer una nueva circunvalación en la zona este de la provincia (Axarquía), como ocurrió en su día con la Hiperronda por el oeste.

Ahora, habrá que esperar al menos 12 meses para que los técnicos de la consultora Ayesa, que ha sido finalmente la adjudicataria (por 487.412 euros), hagan sus investigaciones y propongan las soluciones con la mejor relación entre capacidad de servicio y coste. Básicamente, el objetivo del estudio es analizar las distintas alternativas viables para la mejora de la Red de Carreteras del Estado, entre los kilómetros 962 y 989 de la autovía A-7, en el área metropolitana este de la capital, según informan fuentes del Ministerio de Transportes.

«Dada la situación actual, se considera necesario estudiar con detalle el estado actual de la infraestructura y la planificación territorial en esta zona, para plantear posibles alternativas de mejora, tales como la ampliación de capacidad y/o mejora de la A-7; la ampliación de la oferta viaria (esto es, una nueva circunvalación), o la combinación de ambas».

De esta forma, el estudio previo tendrá, en primer lugar, que recopilar los datos básicos necesarios para diagnosticar el estado actual del corredor A-7: geometría, tráfico, incumplimientos de la norma actual de trazado, accidentalidad, etc.

Además, deberá caracterizar, desde el punto de vista físico, urbanístico y ambiental, el territorio donde se planteen las distintas alternativas de actuación, de manera que pueda determinarse la capacidad de acogida de una nueva infraestructura, o la ampliación de la existente. Las posibles alternativas se diseñarán y presentarán a una escala 1:10.000.

Ayesa tendrá que cuantificar los costes de construcción, incluyendo expropiaciones, y de la posterior conservación y explotación de cada alternativa. Realizar un estudio de tráfico de la situación actual y de las posibles alternativas, para evaluar su potencial de captación; ofrecer un análisis multicriterio de las alternativas que se consideren viables, ponderando factores económicos, funcionales, territoriales y ambientales.

Otra clave será el análisis coste-beneficio, «con el objeto de determinar la rentabilidad de las alternativas de mejora, en función de los costes y beneficios esperados», tales como la reducción de los tiempos de recorrido, de los costes para los conductores, de la accidentalidad y del ruido, entre otros.

En último término, el estudio previo debe determinar cuál es la mejor alternativa de actuación entre todas las posibles, «asegurando que es rentable socioeconómicamente y que tiene viabilidad técnica y ambiental, con objeto de que en una siguiente fase se pueda proseguir con el desarrollo de los estudios de carreteras que sean necesarios».