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Olivia Valère, en uno de los patios de su casa en Guadalmina. Josele -
Olivia Valère: «Los famosos pagaban antes por venir a mi discoteca, ahora hay que pagarles»
Verano 2020: La Granizada

Olivia Valère: «Los famosos pagaban antes por venir a mi discoteca, ahora hay que pagarles»

«Las redes sociales han matado la libertad individual. Lo malo se difunde, lo bueno no», afirma la empresaria

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Domingo, 26 de julio 2020, 23:13

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Desde que abrió su primera discoteca en París en 1981, la empresaria francesa Olivia Valère no ha dejado de tener éxito en todos los establecimientos que ha abierto. Pero a lo largo de sus 74 años (no le importa decir su edad) nunca había vivido una situación tan crítica como la pandemia del coronavirus.

–¿Qué lección ha aprendido del confinamiento?

–Creo que nos hemos dado cuenta que se puede vivir sin tener lujos, sin consumir tanto fuera. Si estabas en casa con la gente que quieres has estado feliz. No necesitabas más cosas. Nunca las casas estuvieron tan limpias y los armarios tan ordenados. Todas mis amigas, como no tenían servicio, se han puesto a cocinar y se han descubierto grandes cocineras.

–¿Pero los ricos han sufrido el confinamiento igual que el resto de la ciudadanía?

–Los ricos lo han notado más aún. Porque están acostumbrados a viajar, a salir a restaurantes caros, y se han dado cuenta que la calidad es tener a su familia alrededor y poder disfrutar del tiempo con ellos. Muchos de estos empresarios tan ocupados han descubierto a sus hijos.

Todas las limitaciones y normativa para evitar contagios ¿cómo está afectando a sus negocios?

–Es una catástrofe. En todos los sectores es un desastre. No sabemos sobre qué pie bailar. Un día te dicen una cosa, y al siguiente otra distinta. Nosotros tenemos grandes negocios que funcionan tres meses al año y con esa facturación vivimos muchas familias. Si el negocio va bien, nos quedamos con reserva. Pero sin reserva ¿cómo vamos a vivir?. Voy a sufrir muchísimo económicamente. Voy a facturar un cuarto de lo que suelo hacer otros años. Tengo créditos pendientes y los bancos no son muy simpáticos. Los bancos no buscan el bien de la sociedad. Te prestan dinero si tienes la posibilidad de devolverlo.

–¿Cree que las medidas que se están adoptando son suficientes?

–Yo he visto que el Gobierno ha puesto en marcha ERTE para los empleados. Pero para los empresarios no hay ayudas. Tengo que pagar muchos impuestos, Seguridad Social y nadie me los ha aplazado.

Su discoteca Olivia Valère tuvo que ser desalojada hace unos días por exceso de aforo. ¿Qué medidas va a adoptar?

–Tengo un grave problema. Yo nunca me había preocupado por el aforo, porque mi club es tan grande, con un total de 3.000 metros cuadrados, que nunca había pensado en ello. Pero la Policía Local ha venido y ha establecido que el aforo de la discoteca es de 225 personas. Aunque tengo grandes patios, el restaurante. En la discoteca hemos llegado a tener a mil personas. Estoy en trámites con arquitectos e ingenieros para solucionar esta situación porque tengo más espacio para ampliar el aforo. La ley dice que puedes tener una persona por metro cuadrado, así que podría tener hasta 3.000 personas. Con capacidad para 225 personas me arruino.

Y hay clientes que se quedan en la puerta y exigen entrar.

–Hay clientes que me quieren pagar el doble para poder pasar. Con el confinamiento la gente joven tiene sed de salir y de disfrutar. Una discoteca donde no puedes bailar es complicado. Tienen que estar sentados y hay control sobre los clientes. He contratado personal para esta función.

–¿Se siente usted reconocida como precursora del ocio de lujo?

–Yo soy aquí como una institución. En todo el mundo entero han escuchado hablar de Olivia Valère. Más que una discoteca es una marca. Mucha gente que visita mi club quiere hacerse fotos conmigo. Yyo estoy encantada. Porque ellos son felices, pero yo más. Venir a Marbella sin visitar Olivia Valère es como ir a Roma sin ir al Vaticano. Me dijeron hace tiempo que me iban a poner un calle. Quiero que se den prisa y quiero verla en vida.

Usted llegó a Marbella en 1984. ¿Ha cambiado mucho el ocio nocturno desde entonces?

–Ha cambiado muchísimo. Antes los famosos venían como clientes, pagando para disfrutar. Hoy día, si quieres tener un famoso, hay que pagar, y muy caro. Era todo tan glamuroso. La gente se divertía de forma más libre. Ahora hay muchas reglas. Vivimos bajo control. Yo que tengo 74 años he vivido una época maravillosa y me da pena por mis nietos que no van a conocer algo igual.

Entre esas diferencias puede que esté la tecnología. ¿Los famosos tienen miedo a desinhibirse por que pueden ser captados por móviles?

–Las redes sociales han matado la libertad individual. Cualquier cosa que haces, te graban y pueden deformarlo. Cualquier enemigo puede atacarte en las redes sociales y no hay defensa. Lo malo se difunde, pero lo bueno no.

Marbella, que siempre ha estado asociada al glamour y al lujo, ¿ha perdido entonces esta marca con el paso del tiempo?

–Muchos famosos como Jaime de Mora, Prince, que eran habituales de mi discoteca, ya no están. Otros como Sean Connery ya no salen. Los mayores ya no salen. Hay una juventud muy linda que ha reemplazado a estas personas. Tenemos mucha gente pero son muy jóvenes.

Usted que conoce el sector del lujo. ¿Tiene Marbella grandes competidores en el turismo de alto nivel?

–Marbella es un paraíso. Yo soy embajadora de la ciudad. Me enamoré de esta ciudad y de su calidad de vida. Tenemos el lujo a un precio muy interesante. Somos el destino de la jet set más barato que existe. Ibiza, Saint -Tropez, Mikonos, Cerdeña son mucho más caras.

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