Borrar
Cuevas junto a la chimenea del salón principal.

De vuelta al jardín del azahar

Inmaculada Cuevas se marchó hace tres décadas de su Sevilla natal para aprender idiomas, trabajar y ampliar su horizonte vital. Después de vivir 25 años en Suiza y trabajar dos décadas para una compañía internacional vuelve a España con la idea de dar un nuevo giro a su vida y se instala en Málaga, donde ha convertido una villa en ruinas de Pedregalejo en una acogedora casa de huéspedes

Lorena Codes

Martes, 29 de noviembre 2016, 01:08

Había una calle en Sevilla, como muchas otras de la capital hispalense, que al llegar la primavera regaba de azahar a todo el que la ... transitaba. Es la calle que Inmaculada Cuevas atravesaba para ir al colegio y que en el mes de abril se convertía en una fiesta para los sentidos. Cuarenta años más tarde aún podía cerrar los ojos y dejar que su memoria olfativa la devolviese a aquel patio de inocencia. Es uno de esos recuerdos que te mantienen anclado a un territorio y no te permiten marcharte del todo. Asegura Inmaculada que durante los 25 años que residió en la fría Zúrich (Suiza) nunca tuvo necesidad de volver ni añoranzas excesivas excepto al llegar la primavera y acordarse de esas plazas de naranjos en flor.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur De vuelta al jardín del azahar

De vuelta al jardín del azahar