Paris Hilton pincha en Marbella
Deslumbró con un vestido negro de encaje y el cabello apenas sujeto con una fina trenza. Olivia Valère fue un año más el escenario elegido por la disc jockey para mantener el contacto con los admiradores de su trabajo en la música
joaquina dueñas
Jueves, 20 de agosto 2015, 10:08
Tras un primer intento fallido el pasado 28 de julio, cuando Paris Hilton suspendió su sesión dj programada en Olivia Valère por motivos de salud, ... el lunes 18 fue la definitiva. La joven llegó a Marbella pocas horas antes de su actuación en la conocida discoteca y posó para los medios en un ambiente relajado. Apareció con su larga melena rubia suelta, sólo sujeta ligeramente por una fina trenza a modo de corona hecha con el mismo cabello. Vestida de encaje negro posó durante unos minutos ante la prensa, delicada, con movimientos suaves, en un photocall presidido por su propia imagen.
Llamaban la atención las joyas, que no por discretas eran menos luminosas, unos pendientes de diamantes y una gargantilla a juego componían la parte más sobria, las manos eran otro cantar. En su muñeca una pulsera presidida por una enorme piedra rosa y maxi anillos. Como curioso complemento unas guantillas también de encaje decoraban sus manos como si de tatuajes se trataran.
Desde que la vimos el año pasado, su vida ha cambiado considerablemente. Ella misma lo reconoce. Mientras el verano pasado llegaba con el corazón lastimado tras su ruptura con el modelo español River Viperii que estaba reciente por entonces, ahora vive una nueva etapa de esplendor tanto en su faceta personal como en la profesional. «Nuca he estado tan feliz, estoy enamorada de un hombre fantástico y estoy viviendo el mejor momento de mi vida», asegura la dj.
Además, sus negocios están teniendo un éxito fabuloso, «están en lo más alto», explica orgullosa. «Hago muchas cosas a lo largo del día como mujer de negocios ya que tengo que gestionar las 17 líneas de producto, los 20 perfumes, zapatos, maquillaje, tantas cosas que, en definitiva tienen que ver con la moda y la música». La música es precisamente lo que le ha traído a Marbella. Hilton, con aire serio, lleva tiempo favoreciendo su imagen de mujer responsable, consciente de su lugar en el mundo de los negocios, alejándose de la idea de esa chica alocada y despreocupada que todos evocamos al pensar en ella por sus actitudes juveniles.
Se trata de reflejar de forma más realista su auténtica personalidad, dando a entender que ha sentado la cabeza, aunque si se observa detenidamente su trayectoria, se puede comprobar que sus movimientos han estado siempre bien calculados y medidos, incluso las salidas de tono, para alcanzar algún tipo de rédito de forma directa o indirecta. Al final parece que los exclusivos colegios de pago y la educación exquisita que ha tenido durante su infancia sí han dejado un poso que la lleva a ser una reconocida empresaria, más allá de su imagen frívola.
También es una mujer muy familiar y así lo cuenta cada vez que tiene oportunidad. El mes pasado fue la boda de su hermana, Nicky Hilton. Fue el acontecimiento familiar más importante de los últimos tiempos para los Hilton. «La boda fue algo estupendo, a mi hermana se la veía como a una preciosa princesa y estaba muy elegante», afirma Paris a la que se le ilumina el rostro al hablar de su hermana. Es bien sabido que de una boda sale otra boda. En este caso, y dado que la dj está profundamente enamorada de su actual pareja, el multimillonario suizo Tomas Gross, con el que parece haber encontrado la estabilidad que tanto buscaba. «Sí, estoy pensando en tener una preciosa boda algún día», responde al ser preguntada al respecto. Tanto es así que se platea firmemente tener hijos, «dos o tres», asegura.
También pincha en Ibiza
Paris Hilton pasa los veranos en Ibiza y es allí donde tiene un contrato como dj. Un acuerdo que debe ser blindado en tanto aunque haga también su trabajo en Marbella, no está permitido fotografiarla durante la sesión. Al final, por más que venga a Marbella y que asegure que la ciudad le gusta tanto como Ibiza, parece que los hechos demuestran su preferencia por la isla. «Mi lugar favorito en el mundo es Ibiza, es increíble, muy divertida, llena de energía», reconoce.
De hecho, cada visita a la ciudad se convierte en una maratoniana jornada laboral en la que llega en jet privado al aeropuerto de Málaga, cena en la discoteca Olivia Valère, se pone la ropa elegida para el posado ante los medios de comunicación y tras responder a las preguntas concertadas por los periodistas, regresa a la discoteca para ponerse una ropa más acorde con su función de dj y pinchar durante dos horas electrohouse, una corriente más novedosa de este tipo de música que suena diferente al clásico technohouse por el uso de nuevos sintetizadores. Este año se sumó al frenesí laboral un encuentro con el cantante Jorge González, nacido de Operación triunfo, con motivo del rodaje de un programa de televisión basado en la vida de varias familias de etnia gitana, justo antes de posar ante los medios allí convocados .
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