Retazos de buen toreo y fracaso ganadero

De esa quema se salvan, la presentación irreprochable de los toros del malagueño Martín Lorca en su regreso a La Malagueta después no dieron juego salvo el noble cuarto y dos reses de nota, Impaciente y Confitero, de un encierro bien presentado de Torrestrella. Del resto, muy poco: un manejable Garcigrande, otro de Victoriano del Río y uno de Núñez de Cuvillo y un encastado de Fuente Ymbro. Además, en las corridas en las que hicieron el paseíllo las figuras del escalafón, la presentación de los bureles bajó con algunos anovillados e impropios de una plaza de primera categoría.

En cuanto a los matadores de toros, Morante de la Puebla volvió a firmar una gran faena enMálaga la más completa con capote y muleta de su trayectoria en el coso del Paseo de Reding llena de pinturería, arte barroco y torería. En otro estilo diametralmente diferente, Perera cuajó una buena actuación a base de valor, firmeza, temple y dominio. Cuando su encerrona en la Corrida Picassiana con seis toros finalmente al ruedo saltaron nueve porque hubo tres devueltos: uno por lastimarse en el ruedo, otro por partirse el pitón izquierdo por la cepa y el último por flojo iba camino del desastre, Alejandro Talavante tiró la moneda al aire en el cuarto y realizó una gran faena con temple, mano y ligazón iniciada de rodillas y terminada de la misma forma, con una gran tanda. Ese día se vio en el ruedo ejecutar la suerte del salto de la garrocha por parte de El Peque.

El cuarto nombre propio es el de Salvador Vega. El malagueño ha estado a un gran nivel tanto en la tarde en la que estaba anunciado en el cartel con los diestros locales como en la justa sustitución de Jiménez Fortes que se ganó en el ruedo. Clasicismo y pureza han definido una actuación que le debería abrir las puertas de otras ferias.

Manuel Escribano y Joselito Adame, con los dos toros de Torrestrella, cumplieron, aunque quedó la sensación de que podrían haber sacado más partido a ambas reses. Entre los jóvenes con proyección a los que se dio cabida en el abono, gustó la firmeza, el valor y la determinación de Alberto López Simón; por su parte, José Garrido dejó detalles, pero poco más y no tuvo suerte Fernando Rey.

El Fandi en su estilo y David Galán en el suyo, bullidores y acelerados, pasaron por el ciclo sin decir mucho, mientras que se vio muy desdibujados a tres figuras: El Juli, José María Manzanares y Sebastián Castella.

Entre los novilleros gustaron las formas de Joaquín Galdós y Ginés Marín. José Antonio Lavado cortó una oreja a la entrega y poco más. El rondeño Javier Orozco fue cogido en el muslo derecho. Él fue uno de los tres heridos: Galdós sufrió un puntazo en el escroto, mientras que el banderillero José María Amores, de la cuadrilla de Garrido, sufrió un tabacazo en el muslo izquierdo.

Entre los rejoneadores, cumplió Diego Ventura en la corrida mixta con El Juli y Perera. En la que ayer cerró el ciclo, volvió a triunfar un año más Leonardo Hernández, Hermoso de Mendoza no estuvo a buen nivel y se despidió de la afición malagueña Fermín Bohórquez.

Bien el palco a la hora de no conceder la segunda oreja pedida por el público para determinados toreros como Perera tras haber matado mal; eso sí, los equipos presidenciales deberían haber cuidado por la mañana, antes del sorteo, la presentación de algunas reses. Entre las cuadrillas, destacar los dos buenos puyazos de Pedro Iturralde al tercero de la tarde del día 17 de agosto, la lidia de Javier Ambel y las banderillas de Juan José Trujillo.