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José Manuel Franco abrazo a Ángel Gabilondo el pasado martes. Efe / EP

El secretario general del PSOE de Madrid dimite por los resultados del 4-M

José Manuel Franco y su ejecutiva habían rechazado solo 24 horas antes dejar el partido en manos de una gestora con el argumento de que hace falta sosiego para una «transición ordenada»

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Jueves, 6 de mayo 2021, 17:14

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La debacle electoral del PSOE en las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid se ha cobrado ya su primera víctima. Sólo un día después de haber rehusado dimitir y de haber defendido ante su ejecutiva la necesidad de tomar medidas «drásticas pero sosegadas», el secretario general de los socialitas madrileños, José Manuel Franco, ha decidido renunciar a su cargo. Con su marcha se producirá la de toda la dirección. Ferraz designará ahora una gestora que llevará las riendas del partido hasta otono, cuando está prevista la celebración de un congreso ordinario.

Franco, designado el pasado 29 de marzo secretario de Estado para el deporte en sustitución de Irene Lozano -que a su vez dejó el cargo para concurrir a los comicios en las listas de Ángel Gabilondo- ya estaba en realidad de salida. No en vano, en Moncloa desde donde se dirigió directamente la estrategia para el 4-M, se dejó claro desde el primer momento que con fichajes como los de la exidigente de UpyD, la secretaria de Estado de Inmigración, Hana Jalloul o el señalamiento de la ministra de Industria, Reyes Maroto, como hipotética vicepresidenta económica lo que se estaba haciendo era preparar el terreno para la renovación de una federación muy necesitada de una sacudida.

El PSOE de Madrid asistió con malestar a la radical injerencia de Pedro Sánchez y su jefe de gabinete, Iván Redondo, tanto en la elaboración de las candidaturas como en el diseño de la estrategia electoral. Hasta el punto de que Franco tuvo que pedir perdón por el hecho de que los nombres de las personas que encabezaron las listas se conocieran antes por los medios de comunicación que por su propia ejecutiva. El miércoles, después de conocer la estrepitosa caída que ha dejado al partido con solo 24 diputados frente a los 37 de 2019, en su suelo histórico y por detrás de Más Madrid en número de votos, la siempre convulsa federación comenzó a bullir pidiendo cabezas.

En un primer momento, tanto desde la dirección regional como desde Ferraz se apuntó al apartamiento de Ángel Gabilondo, cuya apocada labor de oposición algunos señalan como parte del paseo militar que para Ayuso acabaron siendo los comicios. Y aunque desde el entorno del candidato se advirtió que no renunciará al escaño, sí quedó claro que no volverá a ser portavoz. «Ya ha cumplido su papel», dijo el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos. El gesto, meramente cosmético se quedaba, en todo caso, muy corto para buena parte del partido. La corriente izquierda socialista, por ejemplo, ya pidió ayer sin ambages la renuncia de toda la ejecutiva del PSM.

La tensión y la necesidad de hacer ver que se atiende el recado de los madrileños ha llevado finalmente a Franco a reconsiderar su decisión y a anunciar su salida justo cuando Pedro Sánchez había convocado la reunión de su propia ejecutiva, a pesar de que menos de 24 horas antes, la cúpula de Madrid había acordado acordado «comenzar a trabajar para lograr una transición ordenada» en el próximo congreso regional y «escuchar, en las próximas semanas, tanto a los órganos del partido, como a la militancia para analizar y tomar las medidas necesarias que permitan volver a conseguir la confianza de la ciudadanía madrileña».

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