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Parque eólico en Cádiz. R. C.
La luz vuelve a dispararse a las puertas del primer temporal de invierno

La luz vuelve a dispararse a las puertas del primer temporal de invierno

El coste de producción eleva la factura un 15% en lo que va de mes, por la débil producción de renovables, el auge del coste del CO2 y el incremento del consumo por el frío

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Miércoles, 9 de enero 2019, 14:52

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Enero va camino de convertirse en otro mes maldito para los hogares en materia energética, al confluir todos los factores necesarios para incrementar el coste de la electricidad. En las diez sesiones transcurridas hasta ahora de lo que va de año, el precio de la luz se ha disparado un 50% con respecto al mismo periodo del año pasado. El mercado ('pool') donde diariamente se negocia la luz acumula un coste medio de 62,85 euros/Mwh desde que arrancó 2019, frente a los 41,81 euros que registró en los mismos días de 2018.

La luz sube, como en otros inicios de año, en un momento crítico para los bolsillos de las familias, ya que durante estas semanas suelen registrarse las temperaturas más gélidas de todo el año. De hecho, está previsto que mañana bajen de forma brusca los termómetros por la primera gran ola de frío invernal procedente de Europa y el Mediterráneo, lo que activará aún más los sistemas de calefacción y de acondicionamiento eléctrico de las casas. El peor mes de enero de toda la historia en términos de factura eléctrica fue el de 2017 cuando se alcanzaron máximos históricos por el elevado coste de las materias primas y los continuos temporales.

Este alza, que se refiere al coste de producción eléctrica negociado por todos los operadores -las compañías propietarias de las diferentes centrales del sistema-, impacta directamente en el recibo de los consumidores acogidos a la tarifa regulada (Precio de Venta al Pequeño Consumidor, PVPC), esto es, unos 11 millones de usuarios. Si se mantuviera esta tendencia, sus facturas resultarían un 15% más caras a finales de mes con respecto a enero del año pasado. El precio del 'pool' condiciona aproximadamente una tercera parte del conjunto del recibo, en el que también se incluye la parte fija (peajes), congelados en este ejercicio; así como los impuestos (IVA y el eléctrico).

Por ahora, el Gobierno mantiene la suspensión de los dos tributos sobre los que actuó el pasado mes de octubre (el de generación y un impuesto verde) para mitigar alzas como las que se produjeron en septiembre. Sin embargo, las condiciones actuales del mercado eléctrico pesan mucho más sobre el recibo que las medidas ejecutadas por el Ministerio de Transición Ecológica, en vigor hasta el próximo mes de abril.

La primera razón por la que los precios eléctricos repiten el ascenso de otros meses de enero -salvo la excepción del año pasado- se debe a la menor aportación de producción que están inyectando las centrales de energías renovables al sistema. En lo que va de 2019, estas instalaciones generan algo menos del 20% de las necesidades de consumo, una cifra inferior a la de otras etapas del año, en la que este porcentaje ha llegado a alcanzar el 40%. La energía procedente de las eólicas, hidráulicas y fotovoltaicas reduce el coste medio de la luz, aunque su actividad depende de las condiciones meteorológicas que las activen.

Al contrario, son las tecnologías clásicas las que más luz están aportando durante este inicio de ejercicio, cuyo coste es más elevado que las 'verdes', aunque su producción es mucho más estable y garantiza el suministro. De las nucleares está llegando un 23% de las necesidades del sistema, seguidas por las de ciclos combinados (más de un 16%) y las de carbón (11,6%). Entre todas acumulan un 65% del total.

Por otra parte, durante las últimas semanas se ha disparado el coste de contaminar, otra variable que incide directamente en el precio de la energía. Los derechos por emisión de dióxido de carbono (CO2), una plataforma que utilizan las empresas y países para comprar contaminación y así seguir produciendo, se encuentran en el entorno de los 23,24 euros por tonelada de CO2, una referencia que es un 46% superior a la media de ese coste en 2018, y un 4% más que a finales del año pasado.

En 2018 el importe medio de la factura mensual de un consumidor acogido al PVPC fue de unos 758 euros (aproximadamente 63 euros al mes), un 2% superior a la de 2017 cuando se pagaron, de media, 61,8 euros por mes. Los últimos 12 meses han estado caracterizados por acumular tres de los cinco recibos más caros de la historia.

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