Tecnología para la diversión sin generar molestias por ruido

Esta malagueña de 50 años explica que el fenómeno de las 'discotecas silenciosas' se puso en marcha en EE UU hace apenas dos décadas y que en Europa está muy extendido desde hace ya más de diez años. Sin embargo, en España es algo muy novedoso, por lo que los empresarios de la hostelería y el ocio nocturno son todavía muy reacios a ofrecerlo. «Estamos moviéndonos mucho para que se conozca, todos los clientes que hemos tenido en eventos han salido muy satisfechos», cuenta Correa.

Según explica esta empresaria, el servicio que ofrecen incluye el alquiler de los cascos de sonido para 150 personas, con tecnología inalámbrica, que permiten ofrecer, simultáneamente, hasta tres canales diferentes con música. «Siempre me ha pasado que estando de fiesta no me ha gustado la música de un sitio y con este sistema cada uno puede elegir la 'playlist' que le ofrecen, y por un sistema de luces de colores saber qué están escuchando los demás», apunta la responsable de Disco Silent, quien destaca que también ofrecen la posibilidad de contar con el servicio de un DJ profesional en lugar de que sea sólo música pregrabada. Otra de las opciones que comercializan es lo que han bautizado como los 'tours' de 'discotecas silenciosas', para grupos que salen a divertirse por la calle, como una despedida de soltero/a. «Está incluido el servicio de un animador que habla por un micrófono», apunta la impulsora de un proyecto «que se adapta a las necesidades de los clientes», apostilla.

Así, en cuanto a los precios, son muy variables, y van desde los 25 euros por persona para los 'tours' de una hora, a una horquilla entre 300 y 800 euros para los eventos en locales con 150 usuarios con cascos, de entre dos y cuatro horas de duración, en función del desplazamiento y otros servicios.

Otra vía de negocio que está ofreciendo Disco Silent es el llamado 'team building' para empresas o para talleres de duelo como los que imparte Correa a través de la Fundación Cudeca. «La gente tiene la idea de que esto evita las relaciones sociales, pero no hay nada más molesto y que provoque más problemas de garganta que hablar alto en una discoteca», sostiene Correa, quien resalta el eslogan de su producto: «Nunca antes el silencio fue tan divertido». También agradecido para los vecinos cabría añadir.