Los ascensores 'made in Málaga' se reinventan para continuar subiendo

La industria malagueña de los ascensores está al alza. El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó a los fabricantes nacionales atascados, pero el sector parece que toma impulso de la mano de la tecnología y la internacionalización. En España, el negocio acumula dos años seguidos de subidas, en torno al 3%, según un reciente informe de DBK, que cifra la facturación global en más de 2.200 millones de euros.

En el mercado, donde compiten más de 400 empresas, sacan pecho Embarba y GE XXI, dos firmas con sede en Málaga que han diversificado su actividad y han apostado por nuevos modelos. «En esta crisis no hemos parado y la hemos aprovechado para reinventarnos, como decía Albert Einstein, y así adaptarnos a las nuevas necesidades de los clientes. Con mucho trabajo hemos sabido superarla», asegura José Antonio Montañez, responsable de Marketing y Desarrollo de Embarba.

Esta empresa, fundada en 1963, se ha especializado durante estos años en el mantenimiento multimarca. Para compensar la caída de la construcción, ha redoblado sus esfuerzos para hacerse con contratos de mantenimiento, tanto privados como públicos, lo que le ha valido para obtener adjudicaciones con administraciones (Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gobierno de Canarias, Juzgados de Galicia, etcétera) y con grupos empresariales (DIA o Liberbank entre ellos).

Embarba, que además de ascensores, montacargas o montacoches produce también escaleras mecánicas o pasillos rodantes, facturó en su último ejercicio unos 35 millones de euros y espera crecer en torno al 15% este año. Montañez añade que en los últimos tiempos se han centrado «más en la calidad que en la cantidad». «Tenemos proyectos ya en funcionamiento de ascensores eficientes de bajo consumo eléctrico, punto que hace que sean de gran interés para el público en general debido al elevado coste de la electricidad. A esto le sumamos diseños de ascensores muy amplios y confortables junto con una decoración que hace que sean una prolongación de la estancia», comenta.

La compañía, que emplea a unas 559 personas, cuenta con 84 centros de trabajo y ha prestado especial atención al mercado exterior, con siete delegaciones repartidas por Europa (2), América Latina (3), Asia (1) y África (1). Uno de sus últimos proyectos, dentro de su línea de fabricación de productos a medida para sus clientes, ha sido la fabricación de un macroelevador, con capacidad para 96 personas o 7.000 kilos de carga, que será utilizado por una fábrica de neumáticos en Irán.

«Pasamos de ser una empresa centralizada a una empresa global, donde nuestros productos se adaptan al cliente, al contrario de lo que ocurría con las nuevas edificaciones, donde los ascensores eran prácticamente todos iguales», resume su responsable de Marketing y Desarrollo. El otro gran fabricante malagueño de esta industria es GE XXI. Con sede en el PTA, recientemente presentaba su última innovación: un ascensor que no requiere obras y se instala en un día. Está especialmente diseñado para edificios antiguos, que carecen de espacio para un elevador tradicional, ya que puede adosarse a la fachada. Este modelo se fabricará íntegramente en su planta de Málaga y supone un ahorro de costes de en torno al 20%.

Bautizado con el nombre de Starlift , GE XXI tiene pensado comercializarlo en una primera fase en España y, más adelante, en el mercado exterior, que la empresa ha cuidado especialmente en los últimos años. Gracias a cuatro filiales y a numerosos acuerdos con varios distribuidores, sus ascensores tiene presencia en medio centenar de países. Dentro de su plan de internacionalización ha jugado un papel clave su alianza con un grupo referente del sector en China, con factoría a unos 200 kilómetros de Pekín.

GE XXI cuenta con unos 180 trabajadores directos y 19 delegaciones en España.