Unicaja es el segundo valor más rentable del Ibex-35 este año

El consejero delegado de Unicaja, Isidro Rubiales, en un acto organizado por este periódico hace unos días, ya expresó que en las reuniones que el banco mantiene con inversores internacionales en el marco de los 'road shows' que organiza para presentar sus planes ya había detectado que el mercado empezaba a reconocer que el grupo financiero volvía a despertar interés: «El mercado empieza a reconocer que Unicaja es una opción de inversión óptima». Y lo atribuyó tanto a razones internas, a la reordenación de su gobierno corporativo y a la evolución de sus cuentas, como a cuestiones externas, en particular al retraso en las bajadas de los tipos de interés a manos del Banco Central Europeo respecto al calendario esperado.

En la sesión de este jueves, los títulos de Unicaja volvieron a subir, con lo que rondan máximos anuales -y desde 2018- en el entorno de los 1,35 euros por acción. De acuerdo con Ignacio Cantos, jefe de análisis de ATL Capital, la razón de la exitosa evolución de las acciones del banco de origen malagueño estriba en parte en que el año pasado se quedó muy atrás en comparación con otros valores del sector financiero: Unicaja bajó un 13% en 2023, frente a la subida del 26% del Sabadell o a la de más del 30% que se anotó el Santander. «La banca ya subió en 2023, pero Unicaja se lo perdió por la guerra interna en su consejo de administración. En estos momentos el mercado ya ha visto que la gobernanza se ha resuelto y que ahora el banco se encuentra trabajando en una dirección clara», resume Cantos.

El pasado otoño Isidro Rubiales se convertía en consejero delegado de Unicaja en sustitución de Manuel Menéndez y el reparto de poder en el consejo de administración por fin cumplía lo pactado en el acuerdo de fusión con Liberbank y a principios de este año una persona de gran prestigio en el sector bancario, José Sevilla, se convertía en presidente no ejecutivo, tomándole el relevo a Manuel Azuaga.

Pero ha habido más ingredientes en la receta del éxito bursátil de Unicaja en lo que llevamos de año. Así, también han podido influir en la buena marcha de las acciones de la entidad, afirma Cantos, los movimientos corporativos existentes en el sector financiero, con la oferta pública de BBVA sobre el Sabadell, y el hecho de que, de salir adelante esa operación, Unicaja se quedaría como una de las pocas entidades de tamaño mediano que seguiría por libre y, por tanto, podría ser objeto de una oferta. De acuerdo con Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, sin embargo, éste es un factor menor en la evolución de la cotización de Unicaja, ya que la entidad está determinada a continuar como proyecto autónomo, como también expresó el mismo Isidro Rubiales, quien además destacó la existencia en su capital de «un núcleo de accionistas comprometidos con este modelo de independencia».

Sánchez le da más importancia, además de a que el grupo bancario ha resuelto ya sus problemas de gobernanza y a que tiene ya un consejo de administración ordenado y acorde con los mejores estándares, a que el mercado percibe que ya ha concluido con la limpieza de su balance, después de las provisiones extraordinarias por valor de más de 500 millones de euros que realizó a cargo de las cuentas del año pasado. Son las dos herramientas que ahora le permiten al banco centrarse en mejorar su rentabilidad -y también la de sus accionistas, con el anuncio de un dividendo y de un programa de recompra de acciones que está en curso-.

¿Le queda potencial a Unicaja después de haber subido más de un 50% en menos de medio año? Los analistas contestan que sí, porque continúa siendo la entidad financiera más barata de entre todas las cotizadas: como resalta Ignacio Cantos, cotiza a apenas 0,6 valor en libros -vale en Bolsa menos que su valor contable- y, además, el mercado tiene confianza en que continúe mejorando su rentabilidad. «Si sigue mejorando en resultados, no tiene mala pinta, es una opción interesante de inversión», zanja, por su parte, Gonzalo Sánchez.