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Han pasado 4 horas y 44 minutos de un partido interminable, el más largo de esta edición del Abierto de Australia y que puso fin a la cuarta jornada, justo cuando Felix Auger-Aliassime (vigésimo noveno favorito) lanza fuera de la pista su revés a ... dos manos. Sólo entonces Alejandro Davidovich espantó sus fantasmas en uno de los triunfos más épicos de su carrera, por no decir el que más: por primera vez remonta dos sets en contra en un Grand Slam y bate a una de sus 'bestias negras': 6-7 (7), 6-7 (5), 6-4, 6-1 y 6-3. Ver para creer en la pista 6 en Melbourne Park, en horario 'after hours' (00.10 allí, ya con 15 grados de temperatura)
Había que tener mucha fe para sobreponerse a dos sets adversos que pesaban como una losa. Con 83 minutos y 72, respectivamente de duración, con Davidovich cerca de poder cerrarlos a su favor para perderlos donde suele hacerlo. El malagueño recordaba aquel cruce ante el canadiense de 2022 en la misma ronda resuelto en cuatro 'muertes súbitas', tres de ellas adversas.
'Aces': 7/11
Dobles faltas: 3/6
Primeros servicios dentro: 64/71%
Puntos ganados con primer saque: 70/64%
Puntos ganados con segundo saque: 56/50%
Puntos de 'break' convertidos: 9-18/4-10
'Winners': 47/50
Errores no forzados: 49/58
Total de puntos ganados: 175/153
Y es que en la primera manga, una locura de set, con hasta seis' breaks', Davidovich sacó con 5-4, y no pudo aprovechar. Y en el segundo, cuando alargó su suerte restando con 4-5, tuvo 'mini break' arriba en el desempate, con 4-3 y dos servicios suyos, y acabó cediendo con una doble falta. Una vez más salió a flote la mejor versión del impasible Auger-Aliassime, un ex 'top ten' que llevó a Canadá a su primera Copa Davis en Málaga (2022) y al que sólo las lesiones han frenado algo, pero que no había perdido este 2024 y que llegaba tras adjudicarse el ATP 250 de Adelaida y con víctimas de nivel como Fritz, Paul o Korda.
Pero Auger-Aliassime no tuvo ni mucho menos un gran día al servicio, y de eso se valió Davidovich para consumar la hazaña. Todo en un partido que exigió una dosis adicional de concentración del rinconero, que ha padecido lluvia, factor poco habitual en el verano austral, los dos días que le tocó jugar. No salió a la pista el domingo ante Shang, y sí el lunes, y su cita de segunda ronda arrancó más de cuatro horas tarde, y no en el KIA Stadium, la cuarta pista en importancia, pero no techada, sino en la 8.
Pero pronto volvieron los problemas. Pese al reajuste de pistas para dar término al programa sin aplazamientos, los dos tenistas reclamaron la presencia del supervisor del torneo por el ruido que llegaba de la pista 6, donde la afición francesa generaba un estruendo con el partido de Cazaux ante Fearnley. Con 4-3 se traslado a la pista 7, suceso atípico. Tras los dos sets a favor de Auger-Aliassime, el partido parecía una lenta agonía para el rinconero en el tercero, hasta que llegó un quiebre en blanco en el séptimo juego y comenzó la reacción. Se hundió el de Montreal y empezó a peligrar su victoria.
Davidovich aseguró sus turnos al servicio. Cerró el set y se colocó con dos 'breaks' arriba en el cuarto, con 4-0. Olía ya sangre el malagueño, asistido en la grada por el zamorano David Sánchez, que junto a Félix Mantilla son los que van a guiar este curso su trayectoria. Pero aún quedaba el trance más difícil, la batalla del quinto set, al que llegó con la ventaja psicológica de empezar sacando, tras quebrar por tercera vez.
Fue entonces cuando volvió el mejor Auger-Aliassime, que se agarró a la pista. Era lo previsible, pero esta vez Davidovich salvó cuatro 'break points' (en dos juegos distintos) que fueron la clave de la victoria. Ello pese a recibir dos 'warnings' (por perder tiempo) del juez de silla, el segundo ya con pérdida de punto, cerca del 3-3, que casi le sacan de sus casillas, porque se fue a su banco, pidió otra vez que apareciera el supervisor y amagó con no seguir jugando.
Lejos de ser su tumba, Davidovich logró el 4-3 y se vio 0-40 al resto y tocando la gloria. Pese al 'break' que se antojaba defnitivo, con él en la pista nunca hay nada decidido y por eso se temió lo peor al pasar del 30-0 al 30-30 cuando tocaba cerrar, pero afortunadamente no fue este el caso, y la ayuda de un Auger-Aliassime agotado hizo el resto. Gloria al malagueño, que ya necesitaba una proeza de este calibre y que ahora se ha de cruzar ante el checo Jakub Mensik este viernes en dieciseisavos.
El tenista de 19 años, verdugo de Casper Ruud en cuatro mangas, tiene un 1-1 en los precedentes, con un lapso de apenas una semana entre ambos. Primero ganó Davidovich en Doha por retirada de su rival tras el primer set, y después se tomó la revancha el checo en Dubái, en dos mangas, ambas citas en pista rápida.
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