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Alejandro Davidovich ha pasado del silencio, el de 2024, a las declaraciones, en su mejor temporada en el circuito (subcampeón en Delray Beach y Acaulco, ... semifinalista en Montecarlo y cuartofinalista en el Godó). Llega a Madrid como 29º del mundo, consolidado como el segundo gran referente español del tenis, y atendió a los medios antes de su debut en la segunda ronda de este Masters 1.000, con un duelo ante Nuno Borges o Pablo Carreño (rivales este mediodía).
El malagueño aludió en su comparecencia a numerosos temas. El primero, la sanción al número 1 mundial, Jannik Sinner, por dopaje, y con la reaparición inminente del italiano. «El tema de los controles de dopaje es estresante. Tenemos que tener mucho cuidado, por ejemplo, a quién tocamos. Sobre todo a quién tocamos porque si tienes una crema que a mí me da positivo por dopaje, cómo demuestro que no estaba tomando o echándome esa crema. Son muy exigentes. Y al final, el que se quiera dopar va a salir en los resultados y los que no nos dopamos no tenemos la culpa de si por unas vitaminas no creo que nos suba el rendimiento», dijo. «Están siendo muy exigentes con nosotros por mínimas cosas y para unos son muy beneficiosas y para otros no son tanto. La política manda», añadió.
El pupilo de Félix Mantilla fue humilde al respecto, no se sabe sin por las condiciones de altitud del torneo, aunque está rindiendo bien en la gira en tierra: «Expectativas, ninguna. Vengo con muchas ganas a disfrutar de cada partido. Al final todo el mundo juega muy bien aquí. Las condiciones cambian un poco y veremos cómo va la durante esta semana. Ahora estoy más tranquilo que cuando empezaba a jugar el Mutua o en Barcelona. Cuando era el principio de mi carrera estaba más nervioso, pero con el paso de los años te das cuenta de que hay que gestionar mejor esa presión y con el público pensar que en esas dos semanas que tienes a lo largo de la temporada están contigo a tope». En todo caso, añadió que «tengo buenos recuerdos aquí en Madrid, como un partido ante Holger Rune que la gente se quedó hasta la una de la mañana y me animó».
Davidovich se postuló a favor de unos Masters 1.000 de una semana, como en Montecarlo, y no de dos, como casi todos los actuales. «Ahora empiezan los Masters 1.000 de dos semanas y no es tan fácil como mantener la concentración durante una semana solo. Que el Mutua y los siguientes sean a dos semanas no es fácil. Es duro centrarse un día sí y uno no. Vamos a ver cómo se van dando las primeras rondas. Estoy de acuerdo con Carlos (Alcaraz) respecto a las semanas de Masters 1.000 y que volvieran a ser de una semana porque para nosotros es muy cansado y fatigoso estar dos semanas fuera de casa y luego ir a otro torneo y si lo haces bien estás mucho tiempo fuera», explicó.
Respecto a la reivindicación de los jugadores, guiados por Novak Djokovic, de una mayor remuneración económica en la ATP, manifestó: «Está en nuestras manos que nos suban los emolumentos en todos los torneos, pero es una cuestión de todos los jugadores y ponernos de acuerdo. Si todos dijesen que no juegan un determinado torneo haríamos un complot y lo que quieren la ATP y la ITF es que nosotros estemos. Es difícil reunir a todos los jugadores, pero al final se están mejorando los aspectos de emolumentos y calendario. Hay mucho que mejorar aún».
Davidovich aludió a la dificultad de los tenistas, que casi enlazan el dfinal de una campaña con la pretemporada de la siguiente, algo que no se da en otros deportes profesionales. «Al final el calendario siempre ha sido así. Lo que ha cambiado son las dos semanas en los Masters 1.000. Siempre ha sido apretado, sin vacaciones durante todo el año. Viajando cada semana de un torneo a otro y al final de año acabas cansado. Y ahora te ponen Copa Davis después de París y no tienes tiempo para recuperar ni vacaciones. Está todo muy apretado. Pero no sé qué torneos quitaría», reconoció.
No cabe duda de que ha sido el mejor inicio de temoporada en la trayectoria del malagueño, que comentó al respecto: «Me estoy encontrando bien. No sé si en mi nivel máximo. El año pasado fue un cambio radical en mi vida. Salí de mi zona de confort y eso es lo que me ha hecho más fuerte mentalmente y poder estar cada semana en las rondas finales. Estoy muy contento con el cambio. Me costó seis meses no ganar ningún partido el año pasado. Pero hice una buena pretemporada y estaba con mucha ilusión», dijo el jugador español, exento en la primera ronda del torneo de Madrid.
Sin ceder una sola vez su saque después de dos horas y 35 minutos de duro encuentro y salvando los únicos dos ‘break points’ que afrontó, el luso Nuno Borges (41º) será al final mañana (horario por determinar) el rival del malagueño Alejandro Davidovich en segunda ronda del Masters 1.000 de Madrid, en tierra pero con los condicionantes de la velocidad de la bola por la altitud. Borges, que ya superó a Davidovich en el único precedente (en tres sets en el Abierto de Australia de 2024, en rápida), remontó su duelo en la pista central de La Caja Mágica ante Pablo Carreño (96º) por 6-7 (7), 7-6 (3) y 6-3, superando incluso una bola de partido en el desarrollo de la segunda manga.
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