Serena se venga de Halep para ganar su quinto Masters

Serena, de 33 años, vengó la derrota que sufrió ante Halep en la fase de grupos de este torneo, cuando cayó 6-0 y 6-2, la más amplia que sufría la dominadora del tenis mundial desde 1998.

Con este título la pequeña de las hermanas Williams se convierte en la primera mujer que gana tres ediciones del Masters de manera consecutiva desde que lo hiciera Monica Seles en 1992.

Más lejos queda Martina Navratilova, que consiguió cinco veces seguidas este torneo, en 1983, 1984, 1985 y dos veces en 1986, por un cambio de las fechas de la competición.

La estadounidense suma en total cinco coronas de la competición que reúne a las mejores al final de cada temporada (2001, 2009, 2012 y 2013).

"Ella estaba jugando muy bien y yo estaba fuera de la cancha. Entonces sonreí y dije 'Serena, no tienes nada que perder... ¡Sólo relájate!'", contó la estadounidense refiriéndose al inicio del partido, cuando Halep dominaba 2-1. "Una vez me relajé, empecé a jugar mejor y conseguí meter mis tiros", añadió la ganadora de 18 torneos del 'Grand Slam'.

Serena logró 26 golpes ganadores y sólo concedió cinco ante la número cuatro del mundo. Tras su mal arranque, la tenista de Florida se puso por delante (4-2). "Ella estaba más motivada y más concentrada en este partido. Golpeó la bola muy fuerte", reconoció Halep. "Sabía que ella iba a jugar mejor este partido porque ya sabía cómo jugaba yo. Había visto lo que tenía que hacer y lo hizo realmente bien", añadió, en referencia a su victoria en la primera fase del Masters.

Pagó los nervios

Halep, con su juego de calidad, mezclando diferentes alturas y ángulos, logró romper de nuevo el saque su rival, pero fue la última vez que ganó un parcial. La potencia de Serena le llevó a encadenar ocho juegos consecutivos para coronar el Masters con un 6-0, en un segundo set que solo duró 25 minutos.

"Estaba un poco nerviosa. Estaba también un poco cansada, por lo que no pude dar un paso en la cancha para jugar más agresiva", dijo Halep, de 23 años. La rumana, destrozada el 'vendaval Williams', concedió tres bolas de partido con 5-0 y saque.

A la segunda, la número uno mundial, muy expresiva en la cancha, multiplicando el gesto de agitar el puño y gritar "Come on", no falló y añadió una nueva corona a su interminable palmarés.

"No me lo esperaba. Vengo de regresar a los entrenamientos después de mis dolores en la rodilla en Pekín y ni siquiera era seguro que pudiera jugar aquí", dijo Williams, sobre los problemas que la llevaron a abandonar en el torneo de la capital china a principios de mes.