Masbou hace buena su velocidad punta

El circuito catarí de Losail dejó un Gran Premio para el recuerdo, con un gigantesco grupo en la cabeza que, pese a los constantes intentos de los pilotos cabeceros por romperlo, se mantuvo por encima de la decena de hombres hasta casi el final de la prueba.

Los primeros compases sirvieron para eliminar a dos de los que siempre son candidatos, con Miguel Oliveira por los suelos después de que le tocase Bagnaia, y con Romano Fenati siendo uno de los pocos pilotos con monturas cabeceras que no fue capaz de amarrarse al vagón de cabeza.

El grupo era gigantesco, y los que abandonaban iban todos por detrás, como Ono, o intentando anclarse pero sin el ritmo suficiente como para progresar, como Loi. Por delante, la lucha era casi imposible de analizar, el cuerpo a cuerpo era furioso y nadie concedía ni un solo milímetro en la pista.

Kent se puso en cabeza y trató de romper el grupo, produciéndose un pequeño hueco entre Efrén, que marchaba quinto, y Quartararo, sexto en esos momentos. El inglés consiguió su objetivo y se llevó consigo al propio Efrén y a Bastianini, Bagnaia y Binder. Tres vueltas le duró la alegría, ya que a cinco para el final la cabeza volvía a estar formada por nueve pilotos gracias a los esfuerzos de Antonelli, principalmente.

Era el momento de la verdad, y el final de la carrera iba a ser apasionante. El factor añadido de que el que entrase primero en recta con seguridad no iba a ganar la cabeza también atormentaba a los pilotos. Tirar estaba siendo una opción que no producía los efectos esperados, y además, te podían sorprender en la línea de meta y mandarte un puñado de posiciones hacia atrás.

En esas circunstancias lo que compensaba era mantenerse prudente, posicionarse delante pero sin sacar la cabeza y pegar un estacazo en el momento justo. Fue lo que hizo Alexis Masbou, ajeno a los fuegos de artificio de su compañero Quartararo, que a sus 15 años ya se ha destapado como uno de los candidatos al título pero que también ha visto que el Mundial no va a suponerle un paseo como el que se pegó en el CEV en 2014.

Delante luchaba el incombustible Efrén Vázquez, que tiraba y se peleaba con la misma ilusión de siempre, como un juvenil. Sin embargo, en esta ocasión salió cruz. Llegó pleno de opciones a la recta que decidiría la carrera, pero ahí emergieron la velocidad punta y el rebufo de Masbou, suficientes para auparle a su segunda victoria en Moto3. Tras él, Bastianini y Kent cerraron el podio a Efrén, que inicia su andadura con la cuarta posición.

Moto3 arrancó con un vencedor francés, Masbou, otro con un futuro portentoso, Quartararo, y más de una decena de pilotos que salen del desierto de Losail con la idea en la cabeza de que éste puede ser su año.