Verstappen se acerca a su cuarto Mundial y frena la candidatura de Norris

Norris, sin paliativos, mal. Acabó sexto después de ser incapaz de aprovechar ninguno de los múltiples incidentes que hubo en esta prueba, en la que llegaba para dar un mordisco casi letal al título que ahora se escapa. No puede salir satisfecho, como tampoco los españoles, pues Sainz se estrelló y Alonso acabó penúltimo, con dolores en la espalda por el rebote constante de un Aston Martin claramente mal calibrado.

La clasificación, pospuesta por la lluvia, dejó una parrilla comandada por Norris. Fue lo único normal, porque por detrás salían George Russell y los inesperadísimos Yuki Tsunoda, Esteban Ocon o Liam Lawson. Estas posiciones resumen perfectamente lo caótico de la jornada, marcada por la lluvia desde el primer momento de la mañana. Con Verstappen 17º, Sainz desde el pitlane o Albon abandonando porque a los mecánicos no les había dado tiempo a reparar su Williams accidentado se preveía un inicio caótico.

Pero es que el caos llegó antes de la propia salida. En la vuelta de formación, Stroll demostró por qué es uno de los peores pilotos de la parrilla y se estrelló no una sino dos veces. La segunda fue la definitiva, cuando se quedó atascado en la grava. Salida abortada, todos a la parrilla e investigación a Norris, al que advirtieron por saltarse el semáforo anterior.

Diecisiete minutos después de la hora prevista, que aún así fue 13 antes de la inicialmente agendada, se tomó la segunda salida de la jornada, con la lluvia ya apareciendo en la pista. El invitado que querían evitar se presentó igualmente, lo que añadió un extra de picante para el comienzo.

Bien fuera por el agua o porque, sencillamente, no se le da bien, la pole de Norris duró escasos metros. Como ya ha pasado varias veces, en esta ocasión fue Russell el que le arrebató el primer puesto al de McLaren, que se vio forzado a atacar habida cuenta de que Verstappen tenía que remontar . El de Red Bull, que nada muy bien en este tipo de mares, tardó apenas cinco vueltas en asomarse al 'top 10', hasta verse frenado por Piastri en la séptima posición. El compañero de Norris debía frenar el avance del gran enemigo de McLaren, pero fue incapaz de ello. De hecho, apenas le duró media vuelta Piastri a Verstappen, cuyo objetivo era llegar al 'top 5' antes del ecuador de la carrera.

Llegó el ecuador de la carrera en un momento crítico. La pista empezaba a secarse, pero no lo suficiente como para cambiar de neumáticos. La previsión de que iba a caer más agua estaba cada vez más cerca, por lo que varios pilotos se plantearon un dilema: esperar en pista para ver si llegaba el agua o una bandera roja, o cambiar neumáticos. En este último caso, qué ruedas poner.

Al final, se tomó la decisión por otra vía. Primero, Nico Hulkenberg trompeó y provocó que desplegaran el coche de seguridad, pero volvió a pista (tras ser ayudado por los comisarios, lo que le provocó la descalificación). Ese no fue el incidente más serio, sino el de Franco Colapinto, que mientras sobre el circuito jarreaba con violencia, perdió el control de su Williams y lo estrelló con violencia contra las protecciones. La bandera roja y el parón se hicieron obligatorios.

Como varios pilotos habían parado en boxes y otros no, al final el gran beneficiado fue el inesperado Esteban Ocon. El de Alpine entró como líder de la carrera, con Verstappen segundo y Gasly tercero. Ver a los dos pilotos de Alpine ahí arriba era garantía de inesperado espectáculo cuando decidieran retomar la carrera.

En la reanudación, Norris se inmoló. Una salida de pista después de que el coche de seguridad se retirara le hizo ceder dos posiciones con el 'top 3'. Bueno para Verstappen que, además, vio otro coche de seguridad. Y ahí es donde consumó el éxito.

Ocon sabía que no iba con él la batalla. Aunque era muy goloso intentar sujetar a Verstappen, no puso muchos impedimentos cuando el neerlandés le arrebató el primer puesto para ir hasta el final en primera posición. Bien le valía al francés y a su compañero Gasly completar el podio.

Mucho peor fue para Norris. El que iba a dar un zarpazo al Mundial vio cómo Verstappen se ponía primero mientras él esquivaba por la mínima el accidente contra Russell, lo que a su vez le hizo caer a la séptima plaza. De no recibir la orden Piastri de que dejara pasar a su compañero, hubiera cedido otro punto más con Verstappen, que ya se sabe prácticamente campeón.

Malas noticias en cuanto a los españoles. Sainz acabó contra el muro en cuanto la carrera se puso en marcha, poniendo el broche a un fin de semana para olvidar. Fernando Alonso, con un Aston Martin que ni está ni se le espera, acabó penúltimo de los 15 que llegaron al final. Un trompo final le condenó cuando estaba pugnando por los puntos, pero decidió acabar el gran premio por los mecánicos y su trabajo para preparar el coche.