La saga Zabell continúa de la mano de Leo
Este benalmadense de 15 años ya acumula varios podios sub-17 y sub-19 en Copas del Mundo de wingfoil, disciplina que lucha por ser olímpica
Si le buscan un día de viento sólo podrán encontrarle en un sitio, el mar. Lleva toda su vida en el agua, y no es ... una forma de hablar, la pasión por la que se mueve y en la que ya está comenzando a destacar viene escrita en su ADN. Sólo basta con leer su apellido para darse cuenta de ello. El benalmadense Leo Zabell es el sobrino de la histórica malagueña bicampeona olímpica de vela Theresa Zabell, la que muchos consideran la mejor regatista de la historia de nuestro país por su extenso palmarés en el que también destacan tres títulos mundiales y tres europeos. La familia Zabell es bastante amplia, son seis hermanos, cuatro de ellos varones, siendo Ricardo el padre del joven de 15 años cuyo nombre comienza a sonar en el wingfoil internacional.
Ricardo también fue un gran navegante, llegó a ser tercero del mundo de clase Europa en 1990 y campeón de Europa de cruceros de IMS, entre otros. Sin embargo, pronto dejó su carrera a un lado para convertirse en controlador aéreo. Lo que era inevitable era que con estos ejemplos tan cercanos, el joven Leo adquiriese esta misma pasión. «Me he criado viendo a mi tía y a mi padre haciendo esto, me lo han inculcado desde pequeño y siempre me ha gustado. Comencé navegando junto a mi hermana y he competido en diferentes clases. La vela siempre ha sido mi vida», reconoce. Y añade: «Mi tía es mi ídolo, siempre ha sido mi mayor referente. Mi sueño es llegar a ser olímpico como ella algún día. Yo no la he llegado a ver competir, pero siempre me han contado sus historias y sería mi sueño llegar a hacer algo así».
Con 6 años, junto a su hermana, se apuntó al Club Náutico de Benalmádena, donde comenzó a despuntar rápidamente en Optimist. En esta se mantuvo realmente hasta la pasada temporada, llegando a acumular numerosos podios en campeonatos nacionales e internacionales. Sin embargo, la edad máxima para competir en esta modalidad de vela son los 15 años, por lo que Leo tuvo que especializarse en una nueva disciplina. Eso sí, no tardó en encontrarla. Se decantó por el wingfoil, que dista bastante de la vela tradicional.
Exigencia
Se trata de un deporte náutico en el que el competidor, de pie sobre una tabla, se impulsa con viento gracias a una vela que sujeta con las manos. Hay dos modalidades principales: 'Race' o carrera (velocidad) o 'Freestyle', en la que se realizan piruetas y trucos en el aire. Es un deporte bastante novedoso por lo que, aunque cuenta con miles de practicantes alrededor del mundo, aún no forma parte del universo olímpico y federaciones como la española aún no la avalan cara a la creación de una selección nacional. Eso sí, el benalmadense apunta: «No están dando muchas ayudas porque la federación aún no se ha metido de lleno con esta disciplina, no hay equipo español de wingfoil, pero ya hay previsión de que puedan hacerlo olímpico en los próximos años, se está avanzando mucho en el tema».
La falta de apoyos no frena a Zabell, que gracias a su familia y a algún que otro patrocinador, compagina sus estudios en el instituto con su carrera deportiva. Y no sólo en pruebas nacionales, si no internacionales. El malagueño disputa muchas de las pruebas de las Copas del Mundo de wingfoil y además, mano a mano con rivales de la categoría absoluta, aunque luego, en las clasificaciones, se le encuadre en las categorías inferiores. Actualmente, en esta su primera temporada con el wingfoil, ya ha conseguido un segundo puesto sub-17 y un tercero sub-19 en la Copa del Mundo de Marruecos y otro bronce sub-17 en la de Suiza. Explica que aún debe desarrollar más físico para poder lidiar con los 'mayores', pero su ilusión es su principal motor. «Me decanté por esto porque me parece una clase muy divertida, me siento súper libre, da mucha movilidad con la vela y me genera un sentimiento increíble. Creo que he encontrado mi verdadera pasión con el wingfoil», reconoce.
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