

Secciones
Servicios
Destacamos
Aún estaba en la nube este lunes por la mañana. Una fuerte resaca emocional invadía su cuerpo después de haber vivido una de las noches ... más emotivas de su carrera. Y es que no todos los días levanta uno un título nacional frente a un Palacio de los Deportes abarrotado y completamente volcado con su equipo, que tuvo la suerte de ejercer como anfitrión en la Supercopa de España tras conseguirla, por primera vez, la pasada campaña. Un fin de semana idílico para un Jimbee Cartagena que sigue haciendo historia, y entre ellos, el mejor jugador malagueño del momento de fútbol-sala.
Pablo Ramírez ostenta, a sus 23 años, un ascenso a Primera División y una Copa del Rey con el entonces UMA Antequera, y dos Supercopas de España y una Liga, junto al Jimbee Cartagena, en el que recaló en enero de 2023. Como si del Rey Midas se tratase, parece convertir en oro todo lo que toca, aunque estos premios no son más que la recompensa a su arduo trabajo y a sus férreas convicciones. «Vine con algo de presión a Cartagena porque llegué en mitad de la temporada, después de dejar el UMA en su momento, pero vine con la intención de ganar los máximos títulos posibles, hacer historia aquí… Y se está cumpliendo. Todavía no soy consciente de la que estamos liando y de cómo nos está acogiendo Cartagena. Salimos a la calle y la gente nos aplaude y nos da las gracias, es increíble», cuenta a SUR, apenas unas horas después de levantar su segunda Supercopa.
Un título que llega tras firmar dos grandes partidos: una sólida final ante el Betis (3-1) y una durísima semifinal contra el laureado Barcelona (4-3), en la que además, anotó el 1-0 y se llevó el 'MVP' del partido. «No me lo esperaba. Primero que, cuando ganamos, no se me vino a la cabeza pensar en el 'MVP' y después, pienso que pudo ser para cualquiera de mis compañeros por el pedazo de partido que conseguimos hacer. Cuando entré al vestuario, le dije a mis compañeros que este trofeo era de todos, igual que hizo Chemi cuando le dieron el de la final», reconoce, humilde.
Le cuesta valorar si este ha podido ser o no el trofeo más especial de su carrera. Pablo sólo explica: «No sabría decir si ha sido el título más especial, pero el pabellón estuvo más que increíble. Cuando los compañeros levantábamos los brazos para recibir el apoyo de la grada era una sensación espectacular, y eso nos ha dado mucha vida en los momentos clave del partido». Lo único que tiene claro es que rebosa orgullo por este vestuario, al que ya se siente completamente ligado. El internacional absoluto malagueño es un auténtico hombre de equipo: «Necesito sentarme, ver las fotos, analizarlo todo y ser consciente de la que hemos liado, porque es muy complicado lo que hemos conseguido, ganar a todo un Barça y después a un Betis que fue capaz de eliminar a El Pozo Murcia en semifinales... Estamos muy contentos, doy gracias de que el equipo sigue ahí luchando por los títulos; yo, personalmente, he venido aquí para eso».
Ahora puede decir, con voz firme, que todo el esfuerzo previo dio sus frutos, especialmente porque se arrepentía de no haber podido disfrutar con los suyos de las vacaciones navideñas. «No pude estar con mi familia en año nuevo ni el día de Reyes, y eso duele, pero ahora que hemos conseguido este título, mereció la pena».
Desde fuera, el ver al joven pívot siendo indiscutible en un club que no deja de hacer historia, convertido además 'pichichi' de su equipo (7 goles en Liga, empatado con su compañero Motta) y además, siendo el único malagueño en la dinámica de la selección española absoluta, sólo demuestra el gran momento físico y anímico que presenta. En su opinión, refrenda estas buenas sensaciones, pero también destaca: «Es uno de mis mejores momentos, sí, pero siento que aún tengo mucho más que demostrar, este es sólo el comienzo de un año muy bonito que acaba de empezar. Aún quedan varios títulos en juego y tenemos también la Champions a la vuelta de la esquina».
Como todo deportista de alto nivel que se precie, siempre quiere más, por lo que no puede evitar soñar con algún título más esta campaña. Por ahora, aún están en juego la Liga (son cuartos, a 5 puntos del líder Movistar Inter), la Copa del Rey (están en cuartos de final, que se disputarán en febrero)... Y una Champions en la que también está haciendo historia el Jimbee Cartagena. Claro que sueña con el título Pablo, pero también valora lo difícil que ha sido llegar, por primera vez, hasta la 'final four'. «Sólo el vernos ahí, entre los cuatro mejores, ya es increíble», señala.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.