Manolo Rincón: «Mientras pueda económicamente, el equipo saldrá a competición»

–¿De qué forma llegó a ser vicepresidente del club? ¿Implica esa función algo que no hiciera ya con anterioridad?

-No. Soy el vicepresidente porque a Pepa Moreno (presidenta) la veo jodida. Pasaron unos meses después de la muerte de Diego. Intentaba animarla con otros temas, como los diseños de la ropa del equipo y ella dice que, entre unas y otras cosas, la saqué de la depresión. Más adelante, ella me sugirió que fuera vicepresidente. Ahora estoy más pendiente de otras cosas, los 'streaming' de los partidos. Miro a ver qué hacen los otros equipos… Estoy un poco más metido en el día a día del club. No entiendo de balonmano ni de baloncesto, pero sí de personas.

-¿Hace cuanto que decidió apostar por este club?

-Fue cuando el Balonmano Costa del Sol ascendió a Primera en Oviedo (hace seis años), que lo leí en SUR. Yo entonces estaba con el Clínicas Rincón de baloncesto; conocí a Carmen Morales y un día me dijo que el club no tenía presupuesto para esa categoría y me dijo la cantidad que necesitaban, que creo que eran unos 60.000 euros, que me pareció hasta poco. Yo le dije: 'Eso está hecho'. Entonces no conocía a nadie del equipo.El balonmano me parecía aburrido. Este deporte lo he ido descubriendo con los años. Yo no sabía la proyección que eso tendría, pero me lancé, porque podía cumplir mi compromiso.

-En su vida ha sustentado a muchos equipos. ¿En algún momento se ha visto económicamente contra la espada y la pared por invertir tanto dinero en ello?

-Tuve la suerte de que un año, con el Unicaja, compré diez cupones de la ONCE y tocó, repartí ocho números y yo me quedé con dos. Eso es sólo una anécdota. El deporte cambió la imagen que tenía por mi actividad política y luego me llenó.

-Se volcó en el ámbito deportivo para lavar su imagen…

-Sobre todo en Vélez-Málaga. Quería lavar mi imagen en Vélez, quería demostrarle al veleño que no tenía nada en contra del pueblo, y eso que había gente que quería que desapareciera de la política.

-¿Cuál fue el primer club por el que apostó?

-El Balonmano Vélez femenino, que iba a desaparecer y me pidieron ayuda. Empecé por ahí y, fíjate, ahora sigo con el balonmano femenino.

-¿Cómo fue su primera toma de contacto con Diego Carrasco cuando se presentó como patrocinador del equipo?

-No sabía ni donde me metía ni le conocía, pero vi un proyecto ilusionante y me encontré a una gran persona y, sobre todo, a una gran familia.

-Y años después, el pasado verano, tuvimos que despedirnos de él. Más allá de cómo lo vivió en lo personal, ¿temió por el futuro del club después de su fallecimiento?

-Sí. Creía que el equipo no saldría, pero al final entre todos sacaron fuerzas, sobre todo Pepa, que es el motor del club junto a Carmen Morales, y ahí están.

- Un año después, aunque esta vez por la pandemia, la realidad es que el club vuelve a temer por su supervivencia cara a la próxima campaña, por la incertidumbre en lo deportivo y en cuanto a los patrocinios y subvenciones para el curso que viene. Por su parte, ¿seguirá apostando por el equipo?

-De momento, sí. Habrá que adaptarse al nuevo escenario que se nos presenta, porque esto va a cambiarnos a todos y, por supuesto, a todos los deportes. Hay mucha expectación y la vuelta a las competiciones con público, como la Copa de la Reina de Alhaurín de la Torre, lo veo complicado al menos por ahora; por mi parte, mientras pueda económicamente, el equipo saldrá a competición, con más o menos aspiraciones, pero saldrá adelante.

-Imagino que habla con Pepa Moreno sobre la situación…

-Sí, a diario, y también hablo con algunas jugadoras y hay un hermanamiento tremendo, incluso habiendo tenido que hacer un ERTE. Soy optimista._Sé que esto no se va a normalizar en un mes, pero el club sigue configurando el equipo y quiere mantener su imagen respetada que ha conseguido en los últimos años.

- Imagino que también habrá tenido que realizar un ERTE en su empresa estos días, ¿no?

-Sí, hemos hecho un ERTE, como todo el mundo. Lo importante es que, en el tema de la fertilidad estamos realizando el seguimiento a las embarazadas e investigando y, a nivel dental, hemos mantenido el servicio de urgencias con las correspondientes medidas de seguridad y hacemos videoconferencias también.

-¿Cree que algún día se cansará de apostar por el deporte?

-Creo que no. He tenido la suerte de tener una empresa decente, que da beneficios, y me parece importante ayudar al deporte. Mientras haya ilusión y pueda económicamente, voy a seguir ahí.

-Aunque tenga que encontrar un suplemento económico en la venta de sus cuadros y su línea de ropa, como viene diciendo los últimos años, ¿no?

-Yo cuando era político ya buscaba recursos atípicos (bromea). Pintando llevo cuarenta años, pero soy un mal comercial. En la moda empecé hace un año y medio o así, con los diseños de las camisetas de las niñas y plasmando mis pinturas en corbatas, después los 'leggins', chaquetas… Vendemos poco, la verdad, pero todo lo que recaudo va para el equipo.