Argentina eliminada y Escocia se la jugará ante Japón

Aunque los argentinos se habían tomado el partido contra Inglaterra como una final adelantada, sabían que lo tenían muy difícil. El partido clave, en su debut, lo habían perdido ajustadamente ante Francia y vencer a Inglaterra se presentaba como una proeza de las que Los Pumas realizan de tanto en tanto. Aunque los argentinos comenzaron el partido con intensidad y consiguieron ponerse por delante en el marcador, el exceso de brío los traicionó. El segunda línea Tomás Lavanini realizó un placaje peligroso al cerebro inglés Owen Farrell y se fue expulsado a los 17 minutos del primer tiempo. Los placajes altos y los diferentes criterios arbitrales a la hora de sancionarlos se han convertido en el gran tema de controversia de este torneo.

Con un jugador más durante casi todo el partido, Inglaterra se dedicó a desgastar a los argentinos, que por primera vez desde 2003 abandonan la Copa del Mundo sin llegar a los cuartos de final. Terceros en 2007, quintos en 2011 y cuartos en 2015, los Pumas han jugado el peor mundial en 16 años. Habrá tormenta en el regreso a Buenos Aires.

Aunque todavía queda por definir si será Inglaterra o Francia la que ocupe la primera posición del grupo, el escaso nivel de los galos, que vencieron con apuros a una entusiasta Tonga (23-21), y la gran altura del equipo inglés, que no presenta fisuras por ningún lado, invitan a prever que los franceses deberán conformarse con la segunda posición y un cruce más difícil en cuartos, presumiblemente ante Gales.

Donde todo está aún por definirse es en el grupo A, donde Japón se ha convertido en la gran sorpresa. Los nipones vencieron con bonus ofensivo a Samoa (38-19) y disputarán el partido decisivo del grupo el próximo fin de semana ante Escocia, que puede seguir el camino de Argentina y quedar prematuramente apeada si no vence a los locales.