Un maratón estelar para Málaga

Ambos ya están lejos de los impresionantes tiempos que conseguían en la década de los noventa, aunque se siguen cuidando como antaño para marcar registros reservados para superdotados físicos. «Es nuestro modo de vida. Salimos todos los días a correr, lo pasamos bien y disfrutamos entrenando», explica el vitoriano que aprovecha cuando coincide con su amigo Abel Antón para darse una escapada juntos. Eso hicieron el jueves por el paseo marítimo de Málaga. «Cuando nos dimos cuenta llevábamos más de una hora, mientras compartíamos impresiones», comenta el soriano.

Este domingo no completarán todo el recorrido. Acompañarán durante más de media maratón a la mejor atleta, que buscará rebajar el récord de la competición (2h.44:23). «No podemos correr todas las competiciones en las que colaboramos. Solemos preparar un maratón al año», declara Antón, que viste con camisa y jersey, cuyo próximo objetivo es el Campeonato de España de la distancia en Sevilla.

Estarán en la línea de salida, a las 8.30 horas en el paseo del Parque, junto a más de 3.700 corredores. Serán momentos de nervios. «Inquieto, con las manos frías y con ese síndrome que te provoca ganas de orinar cada cinco segundos», escenifica Fiz el instante inicial. Tras el pistoletazo, todo cambiará. Antón expone: «Yo suelo ir más atrás. Algunos se pican y quieren ganarme, otros se ponen a hablar conmigo y tengo que recomendarles que aprieten si no quieren que los gane al final».

La preparación para correr un maratón lleva consigo un trabajo específico durante meses. «Es un riesgo para la salud, si no estás preparado. Se ha desmitificado. Hay gente que se embarca en este tipo de aventuras sin saber a qué se expone. Ya no solo el día de la competición, sino en la recuperación de esta. Si a nosotros nos cuesta, imagina a quien ha llevado una vida sedentaria», alerta Fiz tras las dos últimas víctimas mortales en la Behobia y la Media Maratón de Santa Pola. A este respecto, el soriano añade: «Se producen más infartos de gente paseando, pero en el deporte estas noticias son más mediáticas. Es cierto que cuando te exiges, sufres. Pero si vas tranquilo, puedes aguantar un maratón».

Sobre la mayor presencia de mujeres en estas carreras, Antón considera que se está consolidando la tendencia. «Casi se ven mas chicas que chicos corriendo por las calles. Falta que se quiten el complejo de la competición», señala. Y es que, según advierte el vitoriano, en Europa «estamos acostumbrados a correr rápido, pero cuando se viaja a Estados Unidos te das cuenta que la gente se lo toma con más tranquilidad. La filosofía es diferente».

Son leyendas vivas de este deporte y, como tal, se pueden tomar ciertas licencias. A diferencia del resto de los inscritos, que a estas horas miman todos los detalles, ellos se van a tomar unos pescaítos.