López Nieto: «Hasta que Al-Thani no se vaya, esto será un caos; tocará mantener el tipo»
Destaca los «rigurosos protocolos» del fútbol, duda sobre la vuelta de los torneos no profesionales y pide para el futuro «sangre malagueña» en los inversores del Málaga
No esconde su amor por Málaga, y pese a su cargo en LaLiga como responsable arbitral –ya lleva designando más tiempo (16 años) que los ... que pitó en la élite (15)–, su pasión por el Málaga. Antonio Jesús López Nieto ofrece en esta entrevista con SUR su visión del fútbol tras la pandemia, sus ilusiones sobre el Málaga –ahora reactivadas tras el desalojo de los Al-Thani por decisión judicial– y también sus reflexiones tras haber abandonado la gestión pública después de 16 años repartidos entre el Ayuntamiento y la Diputación. Y como siempre, con la sinceridad que lo caracteriza.
–¿Le ha cambiado mucho la vida la pandemia?
–Como a todo el mundo. De tener que ir a Madrid con frecuencia ahora voy menos, de manera puntual. La semana pasada fui por segunda vez desde marzo y hago mucho teletrabajo. A nivel familiar afortunadamente no he me visto afectado. Mi madre tiene 91 años e intentamos que salga poco, pero mi hijo trabaja en Madrid y eso me preocupa más. Sí he tenido pérdidas de amigos, especialmente Paco Cañete, y no pude despedirme de él ni acudir a su entierro. Ha sido triste que esta generación que dio mucho por España haya terminado así, tan sola.
–¿Y cómo ve el fútbol con la pandemia?
–Yo puedo hablar del fútbol profesional, que es el que me atañe. Lo veo muy bien organizado dentro de la dificultad en una competición de este tipo en estas circunstancias. Los protocolos de los PCR están siendo muy rigurosos, se están tomando las medidas para intentar que no afecten a la paralización de partidos las posibles infecciones. Se está consiguiendo y el gran interés de LaLiga es que la competición funcione de manera regular porque es fundamental que cara a los derechos de televisión termine en tiempo y forma.
–Ya hay público en Francia, Alemana o Italia. ¿Cuándo ocurrirá en España?
–Depende de las autoridades sanitarias. Primero hay que valorarlo médicamente y luego debe hacerlo cada equipo. Es fundamental terminar porque el contrato de televisión da la posibilidad de que las competiciones, tanto la nuestra como la Bundesliga o la Premier, sigan adelante.
–Hablaba del fútbol profesional. ¿Cómo ve el 'otro fútbol'?
–Por las circunstancias, ponen este fútbol en cuarentena, nunca mejor dicho. Veo a los niños que van a los colegios con unos protocolos muy exhaustivos, y que por la tarde vayan a entrenar me parece increíble. Pero es que si luego van a competir... Yo sé cómo es el protocolo de LaLiga, que cuesta un dineral. Cada equipo tiene una persona destinada para que el protocolo se cumpla. Y aun así hay infecciones... Imagínese en un equipo de fútbol base que desgraciadamente no tiene ni las posibilidades ni los medios. Cuando he escuchado que la Junta va a hacer un PCR a cada deportista me he sorprendido porque un PCR es uno, pero dentro de tres días, como no se repita, puedes estar infectado. Estas competiciones están en un riesgo muy, muy grande. Los que tienen las competencias deben analizar mucho la situación. A lo mejor hasta que no haya una vacuna sería más prudente la paralización, aunque nos duela. Me alegro de no tener un puesto de esa responsabilidad. Ningún club de fútbol base tiene la capacidad para un protocolo lo suficientemente riguroso ante la pandemia.
–¿Y es más factible la vuelta en Segunda B o Tercera?
–No sé cómo irán los ingresos, pero, primero, los PCR son caros, y segundo, no hay taquillas, no hay televisión y el patrocinador no va a hacer la publicidad que quisiera en el campo. Es complicado.
–¿Y en el resto de deportes?
–Igual. A lo mejor si es un deporte individual que no depende de taquillas, sino de subvenciones, a lo mejor. También en uno que no sea de contacto, como algunas disciplinas del atletismo. Pero en deportes de equipo se antoja complicado. Por ejemplo, en la Liga esta temporada los jugadores no se visten en los vestuarios, porque se ha detectado que es uno de los focos de la pandemia. Imagínese en el fútbol base, en un campo con una rotación de equipos con tres o cuatro partidos en pocas horas.
–Quería preguntarle por el Málaga. Hace unos años predijo la situación económica actual.
–Sí, fue hace ocho años y me tacharon de antimalaguista. Cuando llegó Al-Thani, engañó a la gente y creó una borrachera de ilusión. El Málaga generaba 25 millones de euros y él lo puso en un gasto corriente de 100 millones. Eso era imposible de mantener y todo ha sido dar bandazos, sin una cabeza visible que ordenara el club. Tampoco porque él lo permitiera.... El equipo ha salvado muchas veces al club. Lo hizo el equipo de Pellegrini porque con aquel temporadón en la Champions se pudo pagar la deuda con los jugadores. Después hubo traspasos, como Cazorla, Isco o Toulalan, para, como yo digo, pagar la luz y el agua porque el club seguía teniendo una estructura inmensa e insoportable en lo administrativo. El club habría desaparecido hace años si no hubiera sido por el real decreto de venta de los derechos audiovisuales con Javier Tebas. De pronto, sin mover nada, el Málaga pasó de cobrar 12 millones a casi 60. Entró una capitalización de dinero que permitió seguir naufragando sin hundirnos, pero en ese proceso, al no tener el jefe que se necesitaba, el resto de equipos sí se han capitalizado. Hablo del Levante, Alavés, Eibar, Betis... Se han hecho sólidos porque han ido aumentando sus ingresos, pero el Málaga no. El Málaga dilapidaba los ingresos y ni hizo el esfuerzo de reconvertirse a un equipo de Segunda. Se hicieron barbaridades el primer año en Segunda, se gastó todo el dinero del descenso, se pagó a jugadores fuera de mercado, se fichó a un director deportivo por encima del nivel de gasto... Pero el caos viene desde Al-Thani, y hasta que Al-Thani no se vaya del Málaga esto será un caos. Hasta entonces estaremos en la situación actual de subsistencia... y gracias a la jueza.
–¿Cómo ve el papel del administrador judicial?
–Yo creo que hemos perdido tiempo. Esa presión popular debió hacerse mucho antes de aquella gran farándula para vender el Málaga con grandes mesas de negociación. El camino era este, porque Al-Thani es un hombre distinto, por decirlo de alguna manera, y hasta que no salga de ahí y la inversión llegue de manera clara, contundente y legal, habrá que intentar mantener el tipo en Segunda. Y cada año que estemos en Segunda nos vamos empobreciendo respecto a equipos de Primera. Queda un camino largo de trabajo y espero que podamos tener un equipo identitario, no uno de arreones, que sepamos dónde vamos. También es importante que entre sangre malagueña. En general el papel del administrador está siendo bueno. Si tuviera que ponerle alguna pega, es que en algún momento se expone demasiado en actos protocolarios. Pero es una observación personal.
–¿Se ve algún día en el Málaga?
–Por ahora no toca, pero sería una de esas cosas que sí me ilusionarían. Yo nunca me he posicionado ni me he postulado para nada, y los que están haciéndolo ahora lo están haciendo muy bien. Lo que no me gusta es la gente que merodea alrededor del club buscando beneficios personales. Aquí lo que hay que buscar es el bien del Málaga, que es el club al que queremos todos, y que al que le toque estar lo haga bien.
–Ha estado usted 16 años en la gestión pública. ¿Se aburre ahora con un cambio tan drástico, sin tanta carga de trabajo?
–No. Sigo en el Comité Profesional de Árbitros gracias a LaLiga y tengo proyectos e ilusiones de mucha índole. Busco hacer cosas que me divierten a la edad que ya tengo. He tenido la suerte de disfrutar 16 años desde la gestión en política. Nunca creía que iba a durar tanto tiempo. Y estoy contento. En los ocho años en el Ayuntamiento hicimos en los equipos con Elías (Bendodo) y el alcalde (De la Torre) 24 campos, se terminó La Rosaleda, terminamos el estadio de atletismo, hicimos las piscinas de Inacua, el Carpena se amplió... Hicimos muchas cosas para una ciudad sin estructura desde la discreción y sin salir en muchas fotos. Después vinieron las mejores competiciones a precios muy razonables: Copa del Rey, Vuelta a España, las selecciones de fútbol y baloncesto, partido de la NBA... Y se creó mucho en el deporte participativo, con las escuelas deportivas o competiciones de índole vecinal. Fueron años muy bonitos y terminé muy satisfecho.
–Y luego se fue a la Diputación.
–La Diputación es la gran desconocida para mucha gente. Le tengo un cariño muy especial y, como casi todos los malagueños, la conocía de lejos. Es una organización muy necesaria para los pueblos de la provincia, sobre todo para los pequeños. Sin la Diputación no serían nada, y creo que hicimos un trabajo muy bueno con grandes proyectos: el Caminito del Rey, Sabor a Málaga, la Senda Litoral, La Noria, La Térmica... Proyectos increíbles siempre desde la discreción. Llevamos la deuda a cero, hicimos la reforma de La Malagueta, que ha quedado impresionante... Y hubo más inversiones económicas para los pueblos. Me he enamorado de la Diputación y eso ha servido para conocer los 103 pueblos. Los conozco todos y conozco sus necesidades. Y es lo que más echo de menos en el día a día porque he tenido un equipo encantador, con una empatía total. He aprendido mucho de grandes profesionales.
–Habla de las necesidades de los pueblos ahora que se aborda la cuestión de la despoblación.
–Cuando se habla de la despoblación en los pueblos lo que se necesita es conocerlos. Los pueblos lo que necesitan es una banda ancha de Internet, suficientemente grande y amplia; que tengan puntos eléctricos para los vehículos del futuro, y que se den soluciones a sus temas bancarios. Que la Diputación llegue a acuerdos para que existan cajeros o vía 'on line'. Con eso la gente iría a vivir a los pueblos. El problema es cambiar la filosofía, que haya gente que quiera vivir en los pueblos, y no que haya gente que tenga que vivir en los pueblos. El futuro de los pueblos está en que la gente que está con el teletrabajo tenga una banda ancha importante, porque a 20 o 25 minutos de Málaga tienes una calidad de vida mejor, una vivienda mucho más barata y unos servicios en muchos casos gratuitos que no tienes en la capital.
–¿Cómo ve la ciudad y, dado que tiene tantos amigos por toda España, cómo se ve desde fuera?
–Málaga es una ciudad envidiada. Después, como todos, tendremos nuestros defectillos, que los conocemos, pero cara al exterior es tremendamente enviadiada. Es una ciudad que ha crecido exponencialmente en calidad, en servicios, en tema museístico, en todo. Todo el mundo quiere venir a Málaga. Como decía Manuel Alcántara, malagueños somos todos, incluso los nacidos en Málaga. Como ciudad es magnífica y la labor del alcalde ha sido muy buena. Habrá tenido errores porque son muchos años, pero la lista de aciertos es mucho más amplia. Ahí están los resultados como uno de los alcaldes mejor valorados por todos, incluso por sus rivales.
–¿Qué proyectos cree que necesitan la ciudad y la provincia?
–Los proyectos tardan mucho en salir. Es fundamental que en la Administración haya celeridad, estar muy encima de esos proyectos. Málaga se pierde mucho en el debate. Ahí están los casos de Repsol, Soliva... Tardamos mucho en ponernos en marcha. Ahí está otra vez encima de la mesa el macrohospital. Y cuando termina el debate, hay que tener preparados los proyectos para hacerlos rápido. En Málaga falta el I+D, y en la provincia, el tren litoral, fundamental para la Costa del Sol. Y a los pueblos pequeños hay que mirarlos con más cariño.
«La Fundación Unicaja y Unicaja Banco riegan la cultura y el deporte en la provincia»
–Habla usted de nuevos proyectos y nuevas ilusiones. ¿Algo que avanzar?
–Sí, ahora he entrado como patrono en la Fundación Bancaria Unicaja. Cuando dejé la Diputación y Elías (Bendodo) se fue a Sevilla, entendí que no era el momento de irme allí. Hace un tiempo me llamó porque quería que participara en la Fundación en representación de la Junta. Estoy aterrizando con mucha ilusión en una fundación y en un banco que cuentan con gente muy preparada. Como malagueño sé todo lo bueno que ha hecho Unicaja en esta provincia y lo que abarca la Fundación Bancaria. De alguna manera la Fundación Unicaja y Unicaja Banco riegan la cultura y el deporte en la provincia. Ahí está el ejemplo del Unicaja. Junto al Inter de Milán, que cuenta con Pirelli, son los dos clubes con patrocinadores más antiguos del deporte europeo. Y con una diferencia: mientras Pirelii es patrocinador, Unicaja es dueño del club. Mi reto es aprender y colaborar en lo que pueda aportar. Estoy aterrizando y aprenderé de grandes profesionales que están tanto en la Fundación como en la dirección de la misma y en el banco. Para mí es un honor y un orgullo.
-¿Qué papel debe jugar la Fundación Unicaja en la sociedad malagueña?
-Es que ya lo juega. Y lleva muchísimo tiempo haciéndolo. Ha mantenido al club de baloncesto Unicaja, por ejemplo. La Fundación tiene varios espacios escénicos abiertos, como el María Cristina o el Palacio Episcopal. Tiene miles de proyectos en colegios que pertenecen a la Fundación; proyectos deportivos, como las escuelas de baloncesto; proyectos sociales de índole medioambiental... En definitiva, proyectos que están impregnados en muchos ámbitos y organizaciones de la provincia que cuentan con financiación de la Fundación y del banco. Unicaja es un banco que invierte y devuelve las cosas al territorio. Eso es lo realmente importante de Unicaja. Otros bancos más grandes parece como que están más lejanos a la sensibilidad del territorio. Proyectan su imagen como patrocinadores con macroproyectos, pero no llegan, por decirlo así, al terruño. Pero Unicaja siempre ha buscado dar mucho a los malagueños. La Fundación siempre está ahí para colaborar en los grandes proyectos culturales de la ciudad y la provincia.
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