Buen comienzo, mal resultado

Como en otras ocasiones, España lo tuvo en su mano, con dos goles de ventaja en la recta final e incluso una ocasión clamorosa en el último segundo, pero no pudo ser. Todo el buen trabajo de más de tres cuartos de fue al traste y el estreno se saldó con derrota.

Gabi Hernández había avisado de que con un inicio de torneo tan exigente, ante Italia, Estados Unidos y Croacia, era clave sacar tajada en alguno de estos encuentros. Cuanta más mejor, a la vista de los cruces que se pueden avecinar para los cuartos.

Sus pupilos cumplieron con nota en la mayoría del partido. Aplicados a la perfección en defensa y con un Dani López Pinedo excelso en la portería, amargaron la vida al conjunto italiano, que al principio encontró un filón en los lanzamientos de lejos de Francesco di Fulvio y luego se atascó ante el espectacular trabajo atrás de los españoles.

Además, la selección española supo aprovechar prácticamente en pleno sus superioridades numéricas, primero contestó a los tantos de Di Fulvio y luego acabó el primer parcial en ventaja con una diana de Albert Español (3-2).

Ambos equipos se han visto las caras en numerosas ocasiones. En los últimos tiempos, incluido el Preolímpico, se repartieron las victorias, y en Londres Italia venció por 10-7 en la última jornada de la primera fase. Se conocen más que sobradamente. Por ello España insistió en concentrarse en defensa y aplicarse con dinamismo en atgaque. Italia llegó a desesperarse con López Pinedo y ni el hecho de tener más superioridades le permitió frenar a los hombres de Hernández, que alcanzaron el descanso con un ilusionante 5-3 tras los tantos de Espanyol y de Molina, que transformaba su segundo penalti.

Italia, que llegó a malograr una superioridad de dos hombres, trató al inicio de la segunda parte de recomponer la figura. Tuvo fortuna cuando acortó distancias por medio de Pietro Figlioli cuando un balón chocó en López Pinedo cuando ya no entraba.

La actuación del portero del Atletic Barceloneta y la labor defensiva de todo el bloque era digna de los mejores días y Guillermo Molina amplió casi de inmediato la cuenta de nuevo a dos goles de diferencia (6-4).

Italia, como es tradicional, no es de los que bajan los brazos, al contrario, incrementan la presión cuando más difícil lo tienen, y sobreviven a los problemas de forma encomiable.

Poco a poco se fueron reencontrando con sí mismos y supieron primero igualar a seis y luego abortar otro intento de escapada de España, que se había situado con un 8-6 que, aunque parecía, no llegó a ser definitivo.

Los hombres de Campagna, lanzados, reencontraron algo de efectividad ante López Pinedo y su portería también mejoró notablemente. Con 8-8 Molina malogró un penalti a falta de 2.40 y ahí Italia ya no perdonó y el acierto de Christien Presciutti hizo el resto.

Tuvo la selección española más opciones, incluido en el último segundo, para salvar al menos un punto, pero le faltó ese punto de precisión que había tenido hasta bien entrado el último cuarto. Ahora le toca seguir remando. El lunes tiene un partido clave ante Estados Unidos, que en el estreno de este grupo cayó ante Croacia por 5-7.