El Espanyol sale vivo en la fiesta del Oviedo

Mucha emoción y tensión se vivio en el Tartiere desde antes del pitido inicial. Con una banda de gaitas haciendo sonar el himno asturiano y con una afición totalmente entregada y casi afónica sin haberse disputado ni un minuto. Melendi, con una 'vuelta al ruedo' y entonando el 'Volveremos', continuó encendiendo a los azulones. Ambos entrenadores salieron con todo. El único cambio fue en el Espanyol el de Álvaro Aguado, que sustituyó en el once a Nico Melamed. Demasiados nervios durante una primera parte con poco fútbol. Varias ocasiones para ambos equipos, pero sus delanteros, Alemao y Martin Braitwahite, no estuvieron acertados. Cerca del descanso tuvo que marcharse lesionado Paulino, totalmente desconsolado y entre lágrimas.

En la segunda parte ya se empezó a agitar el encuentro. Los asturianos, conscientes de que al Espanyol le valía el empate, no arriesgaron yéndose al ataque como locos. Las llegadas más claras las tuvieron los de Manolo González, pero no supieron transformar. Tras el movimiento de banquillos a la hora del partido, las tornas cambiaron para los locales. La afición se echó encima e impulsó al equipo carbayón.

Con una falta pegada a la banda izquierda llegó el tanto de la victoria. El golpeo de Seoane se envenenó y el portero perico, Joan García, falló a la hora de despejar el balón. Dejó suelto el esférico en el área ya que decidió blocar el centro que se introducía en la portería junto a él. Alemao no dudó y anotó el gol que le dio la ventaja al Oviedo. Tras un partido en el que el francés no había estado del todo acertado, acabó siendo el héroe. Poco después el Espanyol se salvó del segundo gracias al VAR.