Mbappé saca el látigo y Modric hace historia en la antesala del clásico

Y con el récord de Luka Modric, que en terreno vigués, ahí donde vio la única roja directa de toda su carrera, subió al Olimpo de Chamartín. El de Zadar, con 39 años y 40 días de magia, es ya el jugador más veterano en vestir la elástica madridista, después de dar el sorpasso al Cañoncito Ferenc Puskas, que la vistió con 39 años y 36 días.

Venció el Madrid de gris, su tercera equipación, en el verde lluvioso gallego del renovado Giráldez y el ausente Iago Aspas, sancionado, capitán y máximo referente ofensivo, para solventar así el primero de los retos que tiene por delante en los próximos días. Llevan los del preparador de Reggiolo 42 duelos sin hincar la rodilla en el campeonato liguero, a un envite de igualar el histórico récord instaurado por el Barca entre 2017 y 2018.

En un duelo que recibió a los protagonistas con el Oliveira Dos Cen Anos de C. Tangana, comenzó a modo de eliminatoria, eléctrico y con las prisas de ambos en mostrar sus cualidades, el sueco Williot Swedberg asustó a Thibaut Courtois, que sacó un pie espectacular, tras un buen pase del comprometido Borja Iglesias, poco antes de que Guaita blocara bien un disparo seco de Fede Valverde. Aciertos de los guardametas en detrimento del error de Fran Beltrán tras perder un balón que aprovechó Mbappé para anotar un golazo. El francés es cada vez más el jugador de antaño que metía miedo a cualquier defensa, y con un latigazo desde fuera del área, a la escuadra, anoto por fín un tanto de Louis Vuitton después de los varios penaltis que lleva en el curso.

El parisino, ex del PSG, sigue cogiendo velocidad crucero y reforzando su condición de máximo anotador del equipo, con un total de ocho goles en doce partidos con los del Paseo de la Castellana, que caían a la izquierda ante los celestes como zona favorita, tanto del internacional galo como de un activo Vinicius, que acarició el gol en varias ocasiones en una primera mitad con algunos desajustes para ambas escuadras.

La prolongación se inició con un jugadón de Bellingham cuyo disparo se fue excesivamente cruzado, instantes antes de que Swedberg, completamente solo en el corazón del área, colocara el empate en el marcador tras una buena combinación entre Bamba y Mingueza, uno de los hombres más en forma del equipo gallego, que hizo que los locales se vinieran arriba y presionaran con gran intensidad hasta que Carletto decidió cambiar de esquema y agitar el avispero. Sacó a uno de sus soldados más fieles como el charrúa Valverde y dio entrada a un Modric que con magistral pase filtrado sirvió en bandeja el gol a Vinicius, que volvió a celebrar un gol bailando. Leyenda en vida el croata, que dio una asistencia de las que solo existen en algunas cabezas.