Arda Güler y Courtois mantienen al Madrid en la pelea por la Liga

Faena de aliño del vigente campeón, que jugó con fuego en la segunda mitad, pero su desempeño y las postreras paradas salvadoras de Courtois le sirvieron para lograr su séptima victoria seguida ante un Getafe muy discreto aunque creció tras la reanudación y rondó el empate. Lo más negativo para los blancos, los problemas físicos de Alaba, que se retiró en el descanso, y de Camavinga, que dejó al equipo con diez en los últimos minutos al dañarse en la zona de la ingle con los cambios ya realizados.

Ancelotti, igual que hizo Flick el martes frente al Mallorca, afrontó el pleito del Coliseum sin perder de vista la final de Copa del sábado. No estaban Mbappé y Mendy, todavía con molestias, y se quedaron en el banquillo Rüdiger, Camavinga, Bellingham y Rodrygo, titulares seguro ante el Barça. Tampoco actuaron de inicio Modric y Ceballos, y uno de los dos jugará en La Cartuja.

Enfrente, Bordalás cambió el dibujo habitual y apostó por cinco en el fondo. Aunque el principio los azulones amenazaron en un par de llegadas de Milla y Borja Mayoral y trataron de marcar territorio, sobre todo Domingos Duarte con bloqueos a Endrick más propios del baloncesto, el equipo blanco jugó muy cómodo en el primer tiempo. Acertó Carletto al situar a Güler en la salida de balón, por detrás incluso de Valverde y Tchouaméni, y el turco recordó a ese jugador omnipresente que dirige a su selección.

Arda tocó bien, se ofreció, cayó hacia los costados, eludió toda vigilancia y encima marcó un golazo. La acción comenzó en un contragolpe de libro, tras un saque de esquina mal ejecutado por el Getafe. David Soria salvó por dos veces el gol ante Brahim, al que se le fue un poco largo el control, pero no pudo desviar lo suficiente el lanzamiento desde fuera del área de Güler, tras un rechace defensivo poco contundente. El turco recortó, se ganó el espacio y dibujó un gran derechazo con el empeine.

Bordalás movió a sus peones, ubicando a Iglesias en la derecha, Bernat en la izquierda y Djené en el centro del campo. Minutos de absoluto descontrol en los getafenses, que miraban al banquillo con gestos de extrañeza. Era un equipo desconocido.

Se reanudó el choque con Camavinga en lugar de Alaba, aunque el francés ejerció de medio y fue Tchouaméni el que se situó de central. El Getafe salió mucho más intenso y reconocible, aunque Bordalás hizo el doble cambio a los tres minutos y desperdició una ventana. Con Coba y Álvaro Rodríguez, más velocidad y mordiente. Entre estos dos jugadores firmaron un buen centro y un cabezazo que se escapó por poco. El balón ya le duraba poco al Madrid y Güler no aparecía. Lo mejor, un disparo de Brahim que abortó Soria. No le gustaba el panorama a Carletto, que recurrió a Bellingham en lugar de Endrick y puso en punta a Vinicius, que enseguida rozó el segundo tras jugada individual y poco después dejó su plaza a Rodrygo.

Miraba el Madrid demasiado a la final de Copa y crecía el Getafe a su manera. Arambarri desaprovechó una ocasión de oro para igualar. Percutió el Toro Álvaro y asistió Borja Mayoral, pero el mejor goleador este curso de los azulones la cruzó en exceso con la zurda. El partido se detuvo unos minutos tras entrar en escena Ceballos. Los estúpidos de siempre le recibieron deseando su muerte y el murciano Pérez Sánchez aplicó el protocolo y exigió que avisaran por megafonía. El Madrid, en inferioridad tras la dolencia de Camavinga, sufrió hasta el final. Una vez más, le salvó Courtois.