Crece la mala reputación de Pepe

Sin embargo, de manera periódica el defensa se ha encargado de mostrar su cara violenta y algunas marrullerías más en el césped. La última muesca en el revólver del zaguero se produjo en Dallas en el partido amistoso entre la Roma y el Real Madrid. En el estadio Cotton Bowl una vieja historia de choques desembocó en una nueva respuesta agresiva del brasileño nacionalizado portugués. Al cruzarse en el saludo protocolario entre rivales Seydou Keita evitó la mano de Pepe con un potencial gesto de indiferencia del defensa. Sin embargo, el portugués aprovechó el momento en que sus compañeros rompieron filas para acercarse a su adversario y escupirle a bocajarro. El encuentro contó con su correspondiente reacción, ya que el africano persiguió a Pepe y le lanzó una botella que rozó la cabeza del internacional portugués.

Después del revuelo causado por el lanzamiento de Keita, el africano recordó que su enemistad venía de lejos. «En mi época en el Barcelona me llamó macaco, es decir, mono. A partir de ese momento, me dije a mí mismo: 'Este hombre no vale nada'. Por eso no quería darle la mano antes. Realmente no entiendo por qué me quería dar la mano porque se veía en sus ojos que no me ve como a otro ser humano», explicó el maliense a la radio internacional francesa (RFI).

Desde que Pepe insultó a Keita en 2009, su relación ha sido áspera dentro del campo y con algún capítulo más de discusiones entre ambos hasta que explotó en Estados Unidos. «Tenía una botella de agua y se la arrojé. Sus compañeros de equipo nos vieron y fueron francamente con la intención de pegarme. Es cierto que di una mala imagen y me disculpo», reconoció el africano.

La disputa se incluye en el historial de Pepe, que ha aumentado en acciones negativas al mismo tiempo que se ha rebajado su credibilidad como víctima. «Ha sido un acto involuntario», aseguró el portugués después de pisar a Messi en un clásico. «Lo que me pasó en el Getafe fue puntual y por eso tengo esa fama que la gente me ha puesto pero yo sólo intento hacer mi trabajo de la mejor forma posible. No sé qué me pasó en ese día», añadió hace tres meses Pepe sobre su agresión a Casquero. Pero el hombre que también pateó en la cabeza a Cissokho, que clavó los tacos en el tobillo de Dani Alves y que agredió a Xavi Torres para evitar que perdiera tiempo acumula excusas con cada mala decisión.

Es probable que Pepe vuelva a disculparse por otra acción reprobable grabada por las cámaras de televisión, aunque al haberse producido en un partido amistoso también es improbable que sea sancionado más que en el plano moral. No obstante, después de escupir al jugador de la Roma, el central del Real Madrid cuenta con un asunto turbio más en su historial, con un escalón más bajo en su credibilidad como víctima y con un grado más ganado para su mala reputación. Keita sí tiene clara su sentencia: «Es inaceptable que otro hombre me escupa».