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Soriano (I) y Soler contemplan las obras del nuevo estadio de Mestalla.
Soriano: «Cada noche rezo para que Dios perdone a Juan Soler por intentar secuestrarme»
Valencia

Soriano: «Cada noche rezo para que Dios perdone a Juan Soler por intentar secuestrarme»

El expresidente del Valencia declara en el juzgado por el intento de secuestro ideado por el constructor

A. RALLO

Jueves, 10 de julio 2014, 17:19

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Vicente Soriano ha terminado su declaración de aproximadamente una hora en el Juzgado de Instrucción número 12 de Valencia por el intento de secuestro que sufrió ideado por un grupo comandado por el expresidente del Valencia CF Juan Soler.

Soriano, que no ha concretado los aspectos de su comparecencia, ha precisado que ha respondido a todas las preguntas que se le han formulado. El empresario ha señalado que se siente ahora «más tranquilo» incluso que antes de conocer los macabros planes de Juan Soler y ha afirmado que perdonaría a Juan Soler. Es más, ha añadido que cada noche reza ''para Dios le perdone''.

No obstante, esto no significa que se vaya a retirar del procedimiento en el que está como acusación. "Si Soler fuera culpable yo lo voy a perdonar. La justicia hará lo que tenga que hacer".

El expresidente del Valencia Juan Soler dio presuntamente el 'ok' al plan delictivo para tratar de cobrar la deuda que mantenía con Soriano tras la fallida venta de las acciones del Valencia CF, según la investigación. En total, más de 85 millones de euros. Soriano iba a ser abandonado en una gasolinera con cocaína y dinero y Soler aceleró el plan al creer que Soriano tenía 50 millones de euros en su casa.

El expresidente del Valencia CF estaba ya convencido de que Soriano nunca le iba a pagar los 69 millones de euros más intereses que le debía por la frustrada venta del Valencia CF. Su desesperación le llevó al mayor error de su vida: preparar el secuestro de Vicente Soriano. Los contactos de Soler con los miembros de la trama arrancaron en diciembre. El plan contemplaba todos los detalles. Y, en principio, no existía urgencia por llevarlo a cabo. Tras cinco meses de seguimiento a Soriano conocían su rutina diaria y aquellos lugares en los que resultaría más propicio llevarse a una persona por la fuerza sin levantar demasiadas sospechas. Incluso sabían dónde acudía a misa.

[Más información en lasprovincias.es]

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