El Athletic derriba una muralla para situarse a un paso de la final soñada

Fue necesaria la entrega total de La Catedral, engalanada para vencer la resistencia que el equipo escocés ya exhibió en Ibrox. Vibró la grada con un inicio de ida y vuelta que deparaba un choque mucho más abierto respecto al asalto de Glasgow, algo que al final no ocurrió. Y es que al menos de partida, el conjunto azul asumió un duelo de tú a tú y permitió al Athletic desplegar su peligro con espacios.

Dos disparos de Sancet, ambos rechazados por la zaga foránea, inauguraron las hostilidades en San Mamés, que contuvo el aliento cuando Dessers reclamó penalti por un agarrón de Vivian en el área rojiblanca. Comienzo intenso de un encuentro que se fue enfriando a base de interrupciones provocadas por los problemas físicos en el Rangers, que perdió a Yilmaz y se vio obligado a modificar su apuesta inicial por un esquema con tres centrales y carrileros.

Se espesó el partido y al Athletic le costó meter una velocidad más en la circulación de balón para superar el poblado entramado defensivo escocés. Como en Glasgow, comenzó a imponerse la batalla táctica, en la que Berenguer, entre líneas, podía jugar un papel clave. El '7' rojiblanco creó los mayores apuros para el Rangers, con sendos disparos ligeramente desviados, más allá del error de Nico Williams con todo a favor en una acción anulada por una falta previa de Sannadi.

Hizo más méritos el Athletic para el gol en la primera parte, pero al igual que en Ibrox, volvió a atascarse ante la puerta rival, como confirmó otra buena ocasión que Sancet mandó al limbo. Ya parecía imposible agrietar la muralla del Rangers antes del descanso cuando la fe de Sannadi forzó el inocente penalti de Souttar con el que Sancet desbloqueó al fin la eliminatoria desde los once metros.

Obligado a dar un paso al frente tras el descanso, Barry Ferguson aprovechó la lesión de Balogun, con un duro golpe en el pómulo, para llevar a cabo un viraje ofensivo y dar entrada al atacante Igamane. El Rangers amenazó la ventaja del Athletic con el remate al palo de Raskin tras un barullo en el área local, en un serio aviso para el conjunto del Txingurri Valverde, inquietado principalmente por la calidad de Cerny, el jugador diferencial en el bando protestante.

La tercera semifinal europea de su historia bien merecía la pena el esfuerzo y el Athletic no se limitó a sujetar la mínima pero preciada ventaja, sino que se fue a por el segundo tanto que asegurase la tranquilidad. Lo logró Nico Williams, con un cabezazo imperial en el segundo palo, impulsado por el aliento de San Mamés y asistido por el veterano De Marcos. La Catedral tiene licencia para soñar. Ya solo una eliminatoria separa a los leones de la final soñada. Será contra el histórico Manchester United, que remontó al Olympique de Lyon dos goles de desventaja en una increíble segunda parte de la prórroga.