El Dortmund se reencuentra; Arsenal y Aston Villa cumplen con el trámite

Una de las eliminatorias más igualadas en esta fase de la Liga de Campeones llegaba al Pierre Mauroy con las espadas en todo lo alto después del valioso empate del Lille en el Westfalenstadion, donde sorteó la amenaza del Muro Amarillo. El conjunto galo fue mejor de partida, se hizo con el dominio del balón y golpeó pronto a través de Jonathan David, su delantero de referencia.

Le costó desperezarse al Borussia, tanto que lo hizo tras un cuarto de hora sometido y con el marcador ya en contra, pero muy en serio. Alexsandro, bajo palos, y un incomensurable Chevalier, con varias paradas consecutivas, resistieron el empuje germano, al que el Lille sobrevivió tirando de estoicismo para estirarse de nuevo en el tramo final de la primera parte. Incluso rozó el 2-0 el equipo dirigido por Bruno Génésio, con un cabezazo de André con todo a favor que el capitán del cuadro galo envió desviado, aunque la última sensación antes del descanso fue de amenaza seria del Dortmund, al que el larguero negó el empate en un testarazo de Gross.

El equipo alemán fue otro tras la pausa. Consciente de encontrarse contra las cuerdas, asumió el mando del encuentro y fruto de ese arreón llegó el penalti sobre Guirassy, con el que Emre Can equilibró el duelo y la eliminatoria. Con todo por decidir, el encuentro se abrió con ocasiones de Haraldsson, cuyo disparo desbarató Kobel, y Adeyemi, a la cruceta. Por juego parecía más cerca el gol el Dortmund, sensación que corroboró Beier, con una gran maniobra en el área gala. El Borussia había hecho lo más complicado, remontar el partido, y no dejó escapar ya el botín. Kobel sostuvo al vigente subcampeón de Europa, que se cita en cuartos con el Barça.

En el Emirates, con el segundo asalto entre Arsenal y PSV convertido en un trámite por el demoledor 1-7 'gunner' en Eindhoven, un tempranero gol de Zinchenko amenazó con otro duro castigo para el conjunto neerlandés, al que el orgullo del veterano Perisic permitió agarrarse al duelo. Al segundo tanto del bando londinense, obra de la versión más goleadora que nunca de Declan Rice, respondió ya en el tramo final Driouech, permitiendo un empate que con una eliminatoria decidida de antemano contentó a todos.

Tampoco abundó la emoción en Villa Park, pues el buen inicio del Brujas se topó muy pronto con la expulsión de Sabbe. Si ya era difícil para el conjunto belga remontar el 1-3 del estadio Jan Breydel, hacerlo con diez jugadores se antojaba un milagro. Aguantó hasta el descanso, pero el renacido Asensio, con un doblete, y Maatsen abrocharon otra victoria para el conjunto de Unai Emery y el pase a cuartos de final, una instancia que los villanos también alcanzaron en las temporadas 1981-82 y 1982-83, sus dos participaciones previas en la Copa de Europa, y en la que se medirán al PSG de otro técnico español, Luis Enrique.