La FEF atenderá la primera petición de las campeonas y creará una nueva dirección deportiva

La negociación entre la FEF y las futbolistas para intentar desbloquear el preocupante conflicto en la selección femenina ha servido para que el ente federativo haya dado un primer paso. Montse Tomé, quien fuera ayudante de Jorge Vilda, continuará como seleccionadora, pero no será directora deportiva del equipo nacional femenino, como prometió públicamente Luis Rubiales durante la polémica asamblea del 25 de agosto en la que se ratificó en el cargo, antes de verse obligado a dimitir.

En el primer punto de sus demandas, 21 de las 23 campeonas del mundo y otro amplio grupo de jugadoras (39 en total) han reclamado a la FEF la «reestructuración del organigrama del fútbol femenino», un cambio que las jugadores consideran fundamental. Según adelantó este sábado el diario El País, la FEF ha propuesto a las futbolistas que siga Montse Tomé como seleccionadora, pero la entrenadora asturiana segunda de Vilda no ocupará el cargo de directora deportiva. Las futbolistas exigen la FEF una estructura idéntica a la del equipo masculino, con una seleccionadora, una directora o director deportivo y otro responsable de coordinación de las categorías inferiores.

La FEF desligará por tanto en el fútbol femenino los puestos de seleccionadora y de dirección deportiva, con una jerarquía inédita. La primera exigencia de las campeonas en la más fácil de cumplir por parte del organismo federativo y la que ha servido para acercar posturas entre ambas partes, con el objetivo de zanjar la grave crisis y permitir que las campeonas del mundo puedan defender a España en los dos próximos partidos, de clasificación para la Liga de Naciones, el primero de ellos el próximo viernes día 22 contra Suecia en Estocolmo.

Dirigentes y futbolistas deben alcanzar un acuerdo lo antes posible, para que, como es el deseo de la Federacion, el lunes o martes de la próxima semana Montse Tomé, que no es del agrado de todas las jugadoras, pueda ser presentada por fin de forma oficial y facilite su primera convocatoria, con quienes conquistaron el primer título mundial de la historia del fútbol femenino. La reestructuración del organigrama del fútbol femenino es uno de los aspectos clave con el que las jugadoras pretenden una revolución significativa.

Las campeonas también exigen una limpia en la FEF, con el despido, entre otros, de quien fuera director del gabinete de la presidencia (Chema Timón) y del secretario general (Andreu Camps), además de los máximos responsables del área de comunicación (Pablo García Cuervo) y marketing (Rubén Riveira) y de la dirección de integridad (Miguel García Caba). Las futbolistas desean especialmente, además de la complicada salida de Andreu Camps, muy cercano a Rubiales y conocedor de todos los entresijos durante su etapa presidencial, la marcha de quienes presuntamente presionaron y coaccionaron a Jenni Hermoso para que la jugadora madrileña asegurase públicamente que el beso que le dio el ya expresidente fue consentido, como continúa insistiendo el granadino.