Dani García y María Bravo se imponen en el XXXII Cross de Torremolinos

El circuito de esta prueba es su principal reclamo, de ahí que cada año se sumen más aficionados al cross. El inicio de la carrera se hace dando una vuelta a la pista de atletismo del Ciudad de Torremolinos, y luego los corredores se sumergen en el pinar para dar tres vueltas a un trazado de algo menos de dos kilómetros. El resultado es un recorrido de 6,2 kilómetros de pura intensidad, con algunas cuestas que suponen un verdadero desafío para las piernas y los pulmones más expertos.

Dani García, primer corredor en cruzar la línea de meta, reconoce que Los Manantiales son un verdadero reto. «Mi estrategia ha estado en apretar en las cuestas, porque es donde más acostumbrado estoy a correr, yo hago muchas pruebas de montaña, en llano había corredores que iban más rápido que yo«. García explica sus sensaciones a SUR acompañado de sus dos hijas: «Este cross, como muchos otros, es un día muy agradable para venir con la familia, hay muy bien ambiente y se agradece, además está muy bien organizado». De nuevo en lo deportivo, el malagueño explica que le benefician los tramos «lentos» y «cuesta arriba», aunque también hay que mantenerse en las primeras posiciones durante la primera vuelta en el circuito de atletismo. «Este cross es de los que más me gustan, la verdad, tiene de todo».

María Bravo, primera mujer en llegar a la línea final, explica que no tenía muy claro si iba a ser la ganadora de su categoría. «Como hemos salido mezclados hombre y mujeres, no sabía si alguien me había adelantado; muchos del público me decían que iba la segunda, otros la primera… pero al final he llegado«. La deportista asegura que es una carrera »muy bonita pero muy dura« porque no hay tramos intermedios: »Es todo el rato o cuesta arriba o cuesta abajo, no hay otra«. Precisamente esa característica del trazado es la que favorece a Bravo, acostumbrada a participar en pruebas de alta montaña. »Llevo veinte años corriendo y esto es lo que mejor se me da«, concluye.

El segundo protagonista del día fue el cielo, despejado al principio, nublado y amenazante en la segunda salida. «El año pasado cayó una tromba tremenda, fue un diluvio, pero la carrera principal se disputó y fue una pasada», recuerda Paco entre el público, esperando a que su hija cruce la meta. En efecto, la edición de 2018 estuvo marcada por la intensa lluvia que empapó a los corredores y les hizo surcar tramos en los que el agua les llegaba por las rodillas. «El cross es así, hay que salir con lo que te de el campo», remata Paco.

La carrera la organiza cada año o el Patronato Municipal de Deportes de Torremolinos, dirigido por José Piña, que minutos antes de empezar la carrera se dirigió a los medios para recordar que esta prueba está dirigida «a todos los públicos».