Un año de símbolos

Eso fue lo que ocurrió en 1995 con 'El día de la bestia' de Álex de la Iglesia, que a pesar de no ganar el Goya como mejor película pasó a ser un gran clásico del director y uno de los grandes filmes de la década de los 90. El metraje, además, supuso el descubrimiento de Santiago Segura como actor gracias al papel de 'heavy' de barrio que acompaña a un inolvidable Álex Angulo en su función de sacerdote.

En aquel momento, 'El día de la bestia' fue considerada una película cercana a lo transgresor; una sátira con la Iglesia como parte del elenco; y sobre todo un gran éxito de taquilla.

Álex de la Iglesia –que llevó su propuesta al Festival de Sitges sin conseguir ningún galardón– estuvo nominado en las principales categorías en los Goya de aquel año, haciéndose finalmente con seis premios entre los que se incluyó el de mejor director. Pero por encima de todo 'El día de la bestia' pasó a ser una película de culto que apenas ha envejecido casi 25 años después.

Pero la comedia negra de De la Iglesia no fue la única película con un marcado carácter polémico y simbólico. 1995 fue el año en el que se estrenó 'Historias del Kronen', un filme que pretendía contar una historia en concreto, pero que para buena parte del público fue entendido como una fotografía de la juventud de la época.

Ver al personaje de Juan Diego Botto consumido por el alcohol y las drogas en noches de sexo y desenfreno fue un 'shock' para la audiencia, que quizá no comprendió del todo que aquello no era una generalidad que aplicar a sus hijos. Fruto de una novela que tuvo una repercusión aún mayor, la película apenas contó con la nominación de Juan Diego Botto y con el premio al guión adaptado para su director, Montxo Armendáriz, que lo firmó a cuatro manos con José Ángel Mañas. Eso sí, la propuesta entró en la sección oficial del Festival de Cannes, lo que de por sí ya supuso un reconocimiento para el realizador.

A pesar de estos dos símbolos, el gran premio del año fue para otra gran película. 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto' fue el estreno de Agustín Díaz Yanes, que bajo el paraguas de un 'thriller' consiguió dejar sin respiración al espectador mientras la protagonista lucha por mantenerse con vida.

La décima gala de los Premios Goya tuvo lugar en el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid el 27 de enero de 1996. La gala –que corrió a cargo de Manuel Gómez Pereira y fue presentada por Verónica Forqué y Javier Gurruchaga– coronó la película de Díaz Yanes, que se llevó ocho de las diez nominaciones, incluyendo el Goya a Victoria Abril, que por fin ganó el premio tras nueve nominaciones.