O Sister!: «La mayoría de la gente sí conoce el swing, pero no le pone nombre»

–¿Por qué el jazz y el swing como género para expresaros?

– Justo hay una canción en nuestro último LP que habla de esto, porque la gente nos pregunta: «¿Por qué os ha dado por hacer swing, vosotros de Sevilla?». La verdad, es que cada uno por su parte siempre ha tenido el jazz muy presente en su vida. En mi caso por influencia de mi padre, que también el grupo surgió por ahí porque esa música siempre se ha escuchado en mi casa. El swing es el jazz antiguo, pero es bailable, porque cuando se hizo más moderno perdió ese carácter. Nos gusta mucho la sensación de música viva y confluimos una serie de personas que veníamos de mundo muy diferentes. Llevamos 13 años juntos y nuestro estilo se ha ido cocinando poco a poco.

–El swing no es un género que se programe habitualmente en los teatros, ¿cómo se puede acercar a la gente?

– Simplemente estando presentes, siempre nos ha parecido que nuestra música conecta con personas muy variopintas y eso nos gusta. Además, en la medida de lo posible cuando empezábamos tocábamos en la calle para que los demás lo vieran. Lo cierto es que la mayoría de la gente sí conoce el swing, pero no le pone nombre o no sabe muy bien por qué le suena, no tienen claro a qué época pertenece, pero es familiar aunque sea norteamericano. Nosotros por nuestra parte organizamos un festival de swing sin ánimo de lucro con el propósito de acercar esta cultura a la gente, lo hacemos en abril, en primavera, y ya vamos a cumplir 10 años.

–Y en ese sentido, ¿qué cree que les hace especiales como banda?

– Tenemos algo que yo como músico creo que cuesta conseguir y es una trayectoria como grupo. Nosotros seis somos como una familia, musicalmente nos conocemos muy bien y esa madurez de tocar juntos tanto tiempo se refleja. Cuando la gente nos ve en concierto se sorprende porque ve mucha naturalidad y es cierto, lo pasamos bien y es algo que no podemos ocultar. El día que dejemos de disfrutar en el escenario dejaremos O Sister!, porque este grupo nació con el propósito de ser un disfrute, también en el sentido del humor, que es súper importante en la banda. Es una característica muy peculiar de la música de entonces, tratamos de transmitir esa alegría de vivir porque ya la gente tiene bastante cosas feas durante el día a día.

–¿Entonces el mundo necesita swing para ser más feliz?

– Es una herramienta muy útil, la música en general es terapéutica y no podríamos vivir sin ella. Está presente en cada capítulo de nuestra vida y el swing tiene ese ritmo interior que llama a lo más profundo, a la raíz, porque el jazz es eso, música de raíz, y ocurre lo mismo con el flamenco, que llama a los sentimientos. Conecta mucho con la gente, la verdad.

–¿Se puede vivir del jazz?

– Estamos dedicados enteramente a la música, aunque no sólo al jazz. Tenemos proyectos que son de otros estilos, pero la vida de músico ha de tener vocación y rara vez se puede sobrevivir con su solo proyecto, lo normal es que tengas que tener varios para mantenerte y enriquecerte musicalmente, también para mantenerte en forma.