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Miles Davis, en una de sus míticas actuaciones. RC
El ocaso del ídolo

El ocaso del ídolo

Se editan cuatro horas de grabación inéditas que el mito del jazz Miles Davis dejó en los años ochenta, cuando proseguía sus fusiones con el rock-pop

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Lunes, 17 de octubre 2022, 00:47

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En su juventud Miles Davis fue de los pocos que podían seguir los bríos de sus dos maestros, el trompetista Dizzy Gillespie y el saxofonista Charlie Parker, con quienes tocó en diferentes formaciones que dieron forma al bebop, con sus vertiginosas florituras. En los cincuenta, el virtuoso trompetista formó un quinteto de ensueño, del que saldría John Coltrane, con el que grabó su disco más popular. 'Kind of Blue' rompió la barrera del millón de copias y lo convirtió en uno de los más influyentes del panorama jazzístico mundial.

El tiempo sólo ha acrecentado su leyenda. Ahora se editan cuatro horas de grabaciones inéditas, registradas entre 1982 y 1985, en tres nuevos álbumes de la serie 'The Bootleg. That's What Happened', en los que Sony ha ido publicando sesiones que hasta ahora eran rumores.

Esos años eran los del «retorno triunfal» de Davis, según los cronistas de aquellos años. Su silencio se había impuesto desde mediados de los setenta, aunque los álbumes de los años previos incursionaran en una fusión que no ha resistido al tiempo. No sólo porque las ideas del compositor parecían más deudoras de su destreza técnica revestida de enorme autoconfianza, que de la inspiración de los años en que revolucionaba el jazz contemporáneo, ése de contrabajo. En sus 'long-play' como 'Bitches Way', se imponía el distorsionador.

Sonido metálico

Algo que caracterizaba a Davis era su continua evolución musical. Abanderó los movimientos más importantes del género, como el 'cool' y el 'modal'. Se cuenta en un documental, 'Birth of the Cool', que cuando las ventas comenzaron a decaer, junto con la escena de los jazzmen, el trompetista decidió cambiar el traje sobrio por las camisas coloridas. Su música poseyó más sonido metálico que cualquiera de los jóvenes grupos que comenzaban a despuntar.

En su retorno, en esos años ochenta que se han rescatado en este lanzamiento, se puede escuchar que esa vena de vanguardia seguía intacta. Al escuchar estas cintas -que no estaban perdidas pero sí ocultas en las cajas fuertes de los sellos discográficos Columbia y Warner- queda claro que seguía poseyendo un virtuosismo único, aunque repitiera frases aprendidas. Sin embargo, más que los años y el retiro, le pesaba su propia sombra. Su mito.

Supo siempre rodearse de los mejores. Así como reclutó a Bill Evans o Chick Corea en su momento, en estos temas se puede escuchar frases de John McLaughlin, Scofield y Marcus Miller, todos nombres propios de la escena actual. Esta colección también contiene un concierto de 1983 en Montreal en el que, como en los demás de aquella época -recaló en España en el 84- el trompeta tenía fuerza y hechizo. Como gracia, también trae algunas versiones de temas pop de Cindy Lauper y Tina Turner. Miles Davis, sin embargo, era todavía mucho Davis.

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