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El 2024 cierra con un balance muy positivo para la música. Mientras artistas como Taylor Swift y Beyoncé siguieron dominando conversaciones, otros sorprendieron con propuestas frescas y valientes. Entre los discos destacados, Fontaines D.C. consolidaron su lugar en la escena internacional con un trabajo ... visceral y poético, mientras que, en el ámbito nacional, bandas como Alcalá Norte o Carolina Durante demostraron que el 'indie' sigue siendo un espacio fértil. Entre éxitos globales y lanzamientos que desafiaron las expectativas, esta lista refleja lo que creo que ha sido lo mejor del panorama musical actual.
1
La británica Charli XCX pone el pie en el acelerador y se lanza sin miedo al vértigo en 'Brat' con ese color verdoso que ha marcado este año. Un homenaje corrosivo a la música de club, con ritmos crudos y letras que no piden permiso, sino que imponen su lugar. Este es el sonido de una artista que desarma el pop y lo reconstruye a su antojo con herramientas del 'underground'. Por si no fuera suficiente, el disco de remixes reinterpreta el álbum original desde ángulos inesperados, amplificando su impacto y demostrando la infinitud del pop.
2
Tras 16 años sin publicar material, The Cure regresa con un álbum que desafía la nostalgia al ampliar su universo sonoro. Este disco es oscuro, melancólico y expansivo, pero también contiene momentos de extraña ligereza, como si Robert Smith nos recordara que siempre hay un rayo de luz incluso en las noches más largas.
3
Un paso más en la exploración sonora de Jamie XX, donde vuelve a demostrar su maestría en la música de baile. El título, un guiño a 'In Colour' (2015), su influyente debut en solitario, encapsula la fluidez y la textura de este nuevo trabajo. Con colaboraciones de primer nivel y una producción que rinde homenaje a las raíces del house y el techno clásico, Jamie XX crea un álbum que se mueve entre el hedonismo de la pista y la introspección más elegante.
4
Los neoyorkinos se aventuran en terrenos más atmosféricos, manteniendo su característico estilo lleno de matices. El álbum juega con arreglos orquestales y momentos electrónicos sutiles, explorando temas como la espiritualidad, el cambio y la fragilidad humana. Cada canción es un mosaico donde el detalle y la emoción se encuentran, confirmando su capacidad para reinventarse sin perder su esencia.
5
En 'Wild God', Nick Cave aborda la fe y la espiritualidad desde la herida más profunda: la muerte de sus dos hijos. Este es un disco que encuentra belleza y significado en el dolor, explorando el duelo como un camino hacia algo trascendental. Las canciones, marcadas por arreglos minimalistas y un lirismo litúrgico y teatral, transitan entre la desesperación y la redención. Hay luz y esperanza.
6
Billie Eilish se adentra en terrenos oscuros y a la emoción desnuda en este álbum. Susurros que se convierten en gritos y 'beats' que parecen respiraciones dan forma a un trabajo donde cada canción parece un espejo roto: fragmentos que, al juntarse, reflejan algo inquietantemente real.
7
La representante nacional en esta lista ofrece un disco que desborda creatividad y emoción. 'Remedios' mezcla electrónica, raíz andaluza y una lírica que evoca tanto lo íntimo como lo universal. Le Parody confirma que la experimentación no está reñida con la belleza más pura. Mención especial para los trabajos de otras dos andaluzas: Judeline y Ángeles Toledano.
8
Un álbum donde la electrónica encuentra su lugar en la contemplación. Floating Points diseña un paisaje sonoro que fluye entre lo analógico y lo digital, con texturas tan envolventes como impredecibles. La primera parte del disco apuesta por lo bailable, mientras que la segunda se adentra en terrenos más introspectivos, hasta el 'ambient'. Las capas de sintetizadores refuerzan esta dualidad, ofreciendo una experiencia física y emocional.
9
Con este segundo volumen, el segundo de una trilogía con el título de la matrícula del coche de su padre, Sen Senra refina su propuesta sonora, explorando los límites del pop urbano y el r&b. Su música se siente futurista y profundamente emocional, como si cada canción fuera una postal enviada desde un tiempo aún por venir.
10
Baiuca, que sigue demostrando que las tradiciones no son reliquias, sino cimientos desde los que construir algo nuevo. En 'Barullo', los ritmos gallegos se entrelazan con beats electrónicos que laten como un corazón colectivo. Es una celebración del pasado que mira al futuro.
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