Los Caños: «Nos encontramos a nuestro mánager con todo el dinero del concierto encima de la cama»
Hace veinte años que dejaron el grupo antes de convertirse en «juguetes rotos»; este sábado llegan a Málaga con la gira de reencuentro por el 25 aniversario
Tenían 14 y 15 años cuando Los Caños sacaron su primer disco en el 2000. Desde ahí, cinco años de pop andaluz y un éxito ... que escondía más sombras que luces, motivo por el que se disolvió la banda en 2005. «Lo dejamos antes de convertirnos en juguetes rotos», confiesa a SUR ahora, 20 años después, Kiko Gaviño, el vocalista de Los Caños. El grupo está inmerso en su gira de 25 aniversario, para la que han vuelto a unirse recordando éxitos como 'Niña piensa en ti', 'Bailar en tu boca' o 'Nunca llueve al sur de California'. Antes de su parada en Málaga, en Selvatic Fest, este sábado 19 de julio, el vocalista de Los Caños recuerda en esta entrevista cómo fueron los cinco años del grupo, la separación, su proyecto musical de Kiko&Shara con su hermana –en el que todavía sigue inmerso– y las sensaciones de estos conciertos de vuelta.
–¿Qué pasó para que desaparecieran Los Caños?
–Nos tocó vivir una historia bastante grande para la edad que teníamos. Nos adentramos en el mundo de la música rodeados de gente mucho mayor que nosotros. Era algo que quizá no nos tocaba vivir con nuestra corta edad, fueron cinco años de locura y de tener una vida de adultos. Nos topamos con gente buena y mala... Fueron muchas cosas las que hicieron que nosotros mismos quisiéramos parar antes de convertirnos en juguetes rotos. Y gracias a ese parón estamos hoy aquí, si no lo hubiésemos hecho habríamos acabado muy mal.
–Imagino que hablas de gente que se acercaba a vosotros por interés.
–Claro. Y con contratos firmados por nuestros padres, que no entendían el negocio de la industria e incluso muchas veces no caíamos en leer la letra pequeña. A nivel musical estábamos contentos porque hacíamos lo que queríamos con las canciones que tocábamos y el repertorio que queríamos tener. Pero una vez nos bajábamos de los escenarios y nos metíamos en la oficina, era otro mundo. Éramos tres niños que dejamos los estudios, la familia y nuestras casas para estar de giras y bueno, pasó lo que tuvo que pasar.
–¿Recuerdas alguno de esos momentos como un punto de inflexión para tomar la decisión?
–Por ejemplo, de los primeros discos no hemos recibido todos los 'royalties' que deberíamos; nuestros padres tenían que estar llamando constantemente para que nos pagaran, pero nos mandaban pequeñas cantidades para tenernos contentos. El último concierto de nuestra primera gira aún no lo hemos cobrado. Recuerdo cómo caminaba como un niño inocente por los pasillos del hotel y encontrarme a mi mánager con todo el dinero del concierto encima de la cama, acto seguido cerró la puerta. En fin, son muchas cosas... Cuando un niño genera dinero pues hay mucha gente que se aprovecha.
–¿Y acabasteis bien entre vosotros?
–Sí, lo que pasa es que acabamos muy quemados y necesitábamos separarnos de todo. Eso llevó a que con el tiempo hablásemos menos porque ya no estábamos juntos en el día a día. Hemos estado durante un tiempo sin hablar, de vez en cuando algo, pero no como al principio. Ahora todo ha sanado y hemos vuelto a recuperar la ilusión, habíamos echado mucho de menos el proyecto de Los Caños y nuestras canciones. Desaparecimos sin decir adiós y sentíamos que lo debíamos a los fans.
–Luego siguió tu carrera con tu hermana en Kiko&Shara.
–Sí, es un proyecto que me ha dado mucho en la vida, con éxito también. Es difícil que te toque la lotería alguna vez en la vida, a mí me ha tocado dos. Con Kiko&Shara sigo aún, de hecho, el año que viene haremos la gira de los 20 años que cumplimos juntos.
La vuelta
–Marzo de 2024. La fecha del concierto de vuelta de Los Caños y agotan entradas en poco más de 24 horas. ¿Ahí se tomó la decisión de hacer la gira este año?
–A raíz de ahí ya surgió todo. Nosotros en principio íbamos a hacer un concierto sólo para vivir una noche mágica, pero cuando anunciamos el concierto ya nos replanteamos hacer más. Cada ciudad y cada concierto tiene su esencia y queríamos disfrutar de eso. Ahora nos toca Málaga, que es una de las fechas más señaladas que tenemos en la gira porque es un público que siempre nos ha dado mucho cariño y energía.
–¿Cómo se tomó la decisión de volver? ¿Quién dio el paso?
–Yo levanté el teléfono porque se cumplían en este 2025 los 20 años del parón y, como te he dicho antes, teníamos la espinita de no haber dicho adiós.
–¿Qué tal la vuelta a los escenarios siendo Los Caños?
–Ahora mismo somos como tres niños en cuerpos de adultos. Hemos vuelto a recuperar la emoción por vernos los tres juntos, está siendo una experiencia súper bonita. Cuando se ha echado tanto de menos algo y se ha deseado tanto hace que se viva de manera mucho más intensa. Es un proyecto que estaba muerto y que se ha despertado por completo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión