El viaje interior en kayak de Quico Taronjí

“Todo lo que había realizado hasta el momento no me hacía feliz y quise encontrar bienestar haciendo de mi pasión, mi trabajo”, explica el reportero. Desde pequeño, leía libros sobre aventuras de piratas y su sueño era ser el ‘Corsario Negro’, así viviría a bordo de un barco, iría a islas desiertas y encontraría tesoros. Esta idea se afincó con raíces en el pensamiento de Taronjí y le llevó a ser el protagonista de una historia sobre sacrificio, pasión y lucha contra sí mismo. Todo ello acompañado de episodios históricos, batallas, astronomía y mitología. Otras de las pasiones del periodista.

Se lanzó al mar para sentirse frágil, vulnerable, probarse y conocerse mucho mejor. “Emprendí un camino que no sabía dónde me iba a llevar y cómo iba a terminar pero tenía que hacerlo porque sabía que la recompensa merecería la pena”, garantiza. A pesar de enfrentarse a la soledad más absoluta, a olas de ocho metros, al naufragio e incluso a la muerte, dice haber obtenido aquella recompensa que buscaba: la felicidad. “Soy una persona mucho más comprometida emocionalmente, más sensata, más pasional, más madura y sobre todo más auténtica. Ahora encuentro la felicidad en mi día a día”, asegura orgulloso.

Y es que nunca se arrepintió de la decisión tomada. Cuando ponía en una balanza volver al mar a jugarse la vida o acabar con su travesía desde Algeciras a Estambul, siempre ganaba la primera opción. “Me exponía porque sabía todo lo que estaba mejorando como persona. Era una cosa descarnada porque sentía que sólamente a bordo de mi kayak podría ser feliz”.

“Hay que hacer locuras si tienen un recurso emocional importante y ‘Aislado’ lo tenía, si no estaría muerto porque no hubiese sabido gestionar el camino, que sólo se puede articular en el convencimiento”, sentencia.

Aunque el primer pensamiento de Taronjí fue llevar ‘Aislado’ a la televisión, ninguna cadena se interesó por el proyecto. Un año más tarde TVE aceptaba y emitía ‘Capitán Q’. Un programa conducido por el propio Taronjí subido en un kayak, esta vez con asistencia, en donde reflejaba el día a día de las personas que viven y trabajan en el mar.