Nativel Preciado: «Los que mueven el mundo no son gente como Trump»
La escritora y periodista presentó su nueva novela en el Aula de Cultura con reflexiones sobre su vida personal y profesional y la polarización política actual
«Vengo tan eufórica», señaló en varias ocasiones durante el encuentro de este martes en el Salón de Actos de Unicaja de la plaza de ... la Marina. Pero es que, por naturaleza y tal y como se define, Nativel Preciado es una persona optimista ante la vida. La escritora y periodista dejó huella con una visita al Aula de Cultura de SUR para presentar su nueva novela 'El pan de mis hijos' (Espasa), en la que se lee entre líneas la faceta más realista de la autora. Catalogada por ella misma como la más personal e íntima que ha escrito, la presentación en Málaga se convirtió en una excusa perfecta para que se debatiera sobre la importancia de la familia y la amistad y se reflexionara de cosas tan extremas como la pérdida de seres queridos o la polarización política actual y la influencia de las redes sociales.
Lo hizo en una conversación junto al periodista Alberto Gómez –codirector del Aula de Cultura– en esta cita que cuenta con el patrocinio de Fundación Unicaja y Cervezas Victoria. «Últimamente tengo suerte para todo, creo que es por la actitud positiva y porque hay un ángel de la guarda», introdujo Nativel Preciado al empezar la charla, momento en el que confesó que había formado parte de un percance en las escaleras mecánicas de la estación de Atocha: «Pero por suerte he salido ilesa. Estoy eufórica y agradecida a la vida», reiteró.
La escritora y periodista dio un repaso a su vida, marcada por el fallecimiento temprano de tres familiares muy cercanos. «Mi madre y mi marido murieron con la misma edad, a los 58. Cuando yo llegué a esa edad, temblé. Pero lo superé y a partir de ese momento sentí que la vida me estaba dando una prórroga; desde los 58 hasta ahora (con 76) he sido más agradecida y feliz, quizá esta ha sido una forma de marcar el duelo. Aunque nunca olvidas que tu madre murió cuando tenías 24 años y que tu marido te dejó cuando tenías dos niños jovencitos», explicó Nativel Preciado.
Crítica con la televisión
Igual que su vida ha estado marcada por la pérdida de sus familiares, también por el cariño de los que están. Se confiesa «contenta» con sus hijos, amigos y gente que le rodea, pero también crítica con lo que bien conoce de cerca desde hace años. Ha sido testigo de algunos de los momentos más trascendentales de la historia del país, desde la Transición hasta la actualidad. Su mirada crítica y su capacidad de análisis como periodista en «la batalla» de la política no ha quedado atrás: «Me estoy quitando de las televisiones. Me molesta que, de entrada, se nos ponga en un bando o en otro y me molesta la selección de los temas que se emiten... La polarización política en estos momentos es mayor que en otras épocas, antes los conflictos eras cara al escenario y luego tomaban café juntos ; pero ahora se ha perdido el formalismo que necesita la democracia. No se mantienen las formas y se ha perdido la educación, se insultan de manera barriobajera y se odian», opinó la periodista y escritora.
En este encuentro y contexto pidió «que se recupere el espíritu de la Transición» con esfuerzos que vayan más allá de la conveniencia personal de cada uno. «En aquellos años pasados, a unos cuantos periodistas nos reunió el Ministro de Interior para contarnos que estaban tratando de disolver a ETA para que se integraran en la política, nos dijo: 'No los llaméis arrepentidos, llamadlos reintegrados'. Eso ahora saldría en todos los titulares», desveló Nativel Preciado, que defendió el oficio del periodista y otros como el de enterrador, panadero... «Es que realmente la gente imprescindible no son los que salen en las noticias discutiendo. La gente importante que mueve el mundo no es gente como Trump».
De la crítica pasó al cariño recordando su época de niña y adolescente. «Vivo de las rentas de aquellos tiempos, los profesores me enseñaban tan bien que era algo que me fascinaba... A ellos les entusiasmaba la educación», valoró la escritora y periodista. «Soy antimorbo y eso es algo que he aprendido con la enseñanza que he tenido desde pequeña; eso sí, soy curiosa pero no cotilla», aclaró.
Para terminar este encuentro con el Aula de Cultura, la autora firmó libros a los asistentes y dejó algunas enseñanzas claves para la vida en sus últimas palabras de esta cita malagueña: «Me he preparado para la vejez porque he visto a gente entusiasmada por la vida tuviera la edad que tuviera. Hay que afrontar lo que toca con la mayor dignidad posible porque, con dignidad, se hacen las cosas importantes».
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