Garriga Vela reúne 30 años de cuentos en 'Cruce de vías': «Es el libro de mi vida»

«Quizás sea el libro más mío, el más importante de mi vida, en el sentido de que recoge 30 años de literatura, del que hemos hecho un montaje», asegura el escritor abriendo mucho los ojos y recalcando con su mirada verde la implicación personal en lo que considera una «novela de fascículos» que presenta este viernes 22 en El Tercer Piso de Proteo (19 horas). Para hablar de esas tres décadas de 'Cruce de vías', Garriga Vela nos cita en su refugio de Benagalbón, donde vive rodeado de plantas, cuadros, recuerdos de viajes, libros y películas. Muchas películas. Más que libros.

«Aunque mis amigos escritores se enfadan cuando me escuchan decirlo, lo que de verdad me gustaría es ser director de cine», cuenta mientras nos conduce -también viene la fotógrafa Marilú Báez con su ojo indiscreto- a su 'cuarto de las estrellas', una habitación con más de 8.000 títulos de dvd y bluray. Todos edición de coleccionista. Un paraíso cinéfilo. «No tengo Netflix ni plataformas, ni lo necesito ni es comparable a esto», dice dejando caer la mano sobre una columna de películas coronadas por 'Muerte entre las flores', obra maestra de los Coen.

Solo con mirarlo y escucharlo queda claro que el escritor malagueño nacido en Barcelona es un personaje tan de cuento como de película. Y su 'Cruce de vías', la versión literaria de su personaje. «Estos relatos son como un semanario de mi vida; cada vez que me sentaba a escribir pensaba en lo que había vivido que mereciera la pena para una historia», explica José Antonio Garriga Vela que, tras esa etiqueta de cuentos surgidos del día a día y habitados de ficción, regalaba a su legión de lectores los más diversos artículos: crónicas de viajes, memorias, ensayos, fantasías y hasta gérmenes de novelas. «También han sido mi banco de pruebas, ya que 'Muntaner 38' o 'El vendedor de rosas' salieron de ahí», reconoce.

«Me ponía por la mañana, normalmente los domingos, aunque a veces los escribía en dos horas… pero esos se nota que están escritos muy rápido», asegura el autor que probablemente es el único que nota la diferencia. 'Cruce de vías', el libro, incluye algo más de un centenar de sus cuentos ordenados en estaciones, metáfora de su viaje vital, desde la 'Estación de Francia' de su Barcelona natal y que incluye uno de sus cuentos más personales, 'Caridad' -dedicado a su madre-, hasta 'Tren de nubes', que cierra con 'Año viejo', que publicó en SUR el 31 de diciembre de 2022 y que escribió antes de que supiera que sería el último. No cambió una línea y, de forma casi profética, dejó por escrito que, tras tanto periplo, regresaba «satisfecho a la casa de la memoria».

Estos dos cuentos son algunos de los que cita cuando le pedimos alguno que guarde con cariño. También 'El río', en el que aparece el fallecido Paco Robles, su editor y gran instigador de esta publicación. «Hace quince años, cuando nos conocimos, ya me dijo que lo quería editar y el día antes de que falleciera estuvimos hablando de la selección. Este libro es un regalo para Paco, porque era su ilusión», confiesa el escritor que no oculta el esfuerzo que le ha supuesto seleccionar los artículos -los hubiera republicado todos-, junto a la editora y cofundadora de Candaya Olga Martínez. Ahora que mira hacia atrás también se acuerda de su aliado habitual en SUR, Juan Antonio Morgado, su «valedor» durante tantos años, además del Sr. García, el ilustrador de los cuentos desde que pasaron a publicarse en la última página del diario los sábados y que también firma la portada del libro.

«Me pidió el favor de que le pasara el cuento el lunes y con él he hecho lo que nunca hice con nadie, pasarle el borrador. Lo tenía siempre casi terminado, pero esperaba a que me mandara el viernes su ilustración para ver si me daba alguna idea. Sus dibujos eran inspiradores… y lo curioso es que, después de diez años trabajando juntos, todavía no nos conocemos», cuenta con una sonrisa Garriga Vela que se identifica con esa tortuga de portada con un mapamundi a las espaldas: «Es una virguería». Y es que ese viajero sin prisas y con caparazón tiene mucho que ver con el propio escritor y con la estructura del libro. «La idea de las estaciones es de mi amigo y director Xavi Puebla, que tiene en la cabeza el montaje de cine y me encantó la idea de las paradas», revela el escritor de 'Los que no están' y 'Pacífico' sacando de nuevo a pasear su debilidad por la gran pantalla. Muy presente en sus cuentos, como ese en el que Elías Querejeta y Carlos Saura lo recogieron haciendo autostop en Granada. «La gente cree que me lo inventé, pero es verdad», aclara sobre el relato 'En la carretera'.

Entre esas estaciones están 'María Zambrano' y 'Tren de cercanías', donde Garriga Vela agrupa sus cuentos malagueños, que fueron la base de la mayor parte de sus 'Cruces' en estas tres décadas. Y el punto de encuentro con sus fieles lectores. «Yo iba por Málaga y la gente me pegaba abrazos por la calle sin conocerlos de nada», asegura el autor que recuerda que publicó un cuento sobre «un tío que había perdido la ilusión y, cuando iba por la Alameda, me paró una señora y me dijo: 'Estoy preocupada por usted, tiene que salir más'». La carcajada ilumina su cara mientras cuenta la anécdota que ilustra como si fuera un collage del Sr. García el juego tan personal entre realidad y ficción de sus aplaudidos cuentos en SUR. «Y otro día me crucé en un semáforo con un tipo que me dijo: «Tienes que escribir sobre mí». Y cuando le miré a la cara se parecía mucho a mí, así que me inspiró 'El doble'», rememora el escritor que echa de menos esta gimnasia mental y literaria.

«Ahora mismo no tengo nada que hacer y es un peligro, porque me puedo tirar la vida entera sin hacer nada y soy feliz», cuenta con cara de convencimiento. Libros y películas no le faltan desde luego para seguir cultivando al lector y al espectador que lleva dentro de su caparazón viajero. Además, muestra algo de desapego por el actual mundo de las letras. «La literatura en general me ha desencantado, me refiero a las editoriales que fomentan la competitividad. Yo he vivido de la literatura, pero creo que ahora ya no podría hacerlo», cuenta sin ocultar su distanciamiento de lo que marca el mercado.

-¿Se ha retirado?

-No, pero ahora que estoy jubilado tengo que escribir algo que me guste mucho para que lo publique.

-Entonces está escribiendo.

-A lo que me refiero es que no tengo prisa, nunca la he tenido. Mi anterior novela es ya de 2021 -'Horas muertas'-, pero todavía estoy con una idea vaga de la próxima.

-'Solo' le falta eso porque escribir no le cuesta.

-Sí, pero estoy muy entretenido. Me pasa como a Camarón, que por el camino yo me entretengo. Y cuando he visto terminado 'Cruce de vías' no he podido evitar pensar que es mi último libro. Ha quedado muy bien, es como una novela de fascículos. Es mi biografía, es mi historia, es mi vida.

Un par de días después de la entrevista, el móvil avisa de un whatsapp. De una cuenta sin foto de perfil, pero de nombre familiar: José Antonio Garriga Vela. «Me quedé pensando que realmente no tengo 'Cruce de vías' favoritos. Unos me gustan más sentimentalmente, otros literariamente y los hay que me traen muy buenas experiencias y recuerdos. O sea, que todos los que aparecen en el libro así como los que han quedado fuera tienen mi apoyo y cariño». Lo dicho, aquí va la historia de una vida. Una vida de cuento de un personaje de película.