Alessandra García: «Málaga debería tener un monumento como la copa de un pino de Caparrós»

Alessandra dejó claro que no es un libro histórico ni un ensayo, aunque sí ha tenido que documentarse para escribirlo, sino una pieza teatral que da unas instrucciones para crear un dispositivo escénico. «Si a alguien le da el 'aberrunto' de hacerlo en algún lugar, que lo haga», aseguró la creadora perfectamente vestida para la ocasión: con un tapete verdiblanco, en recuerdo a los colores de la bandera de Andalucía. La actriz también animó a que contaran con ella cuando quieran representar esta obra. «Tengo pena de que cuando se celebra la comunidad autónoma se haga desde un lugar antiguo o como si fuera un souvenir», añadió.

Durante esta marcha, que Alessandra no vivió, pero de la que habla con pasión y emoción, murió un joven llamado Manuel José García Caparrós. «Era una manifestación alegre y pacífica, de repente todo se turbó y la policía se vino demasiado arriba. Uno de ellos lo mató y nunca dijo que había sido él», contó con dolor la artista. El mismo dolor, «'lache'» y «vergüenza» que sintió al ver la placa conmemorativa que recuerda a Caparrós. «¿Esto qué mierda es? Es como una esquina muy fea, en una curva, con una placa espantosa», señaló la malagueña, quien reivindicó un monumento para el joven. «Lo menos que puede hacer Andalucía y, especialmente, esta ciudad es tener un monumento como la copa de un pino de Caparrós».

Durante la presentación del proyecto, Alessandra se lanzó a leer algunos fragmentos. Como ese en el que cuenta la muerte de Caparrós. «Y el cabrero dice: '¿pero se sabe quién es?'. Y esa frase baja por Los Montes, Capuchinos, Victoria, Granada, La Alameda y calle Córdoba. Cuatro monos con bocas como ramas se expanden formando una red hacia la Avenida de Andalucía y ahí hacen magia y, en menos de cinco minutos, estos monos, de los que se cree que son los animales terrestres más ruidosos del mundo, propagan la frase. En toda Málaga hubo muchos suspiros cuando supieron que no era su hijo. Muchos suspiros, menos uno». Recitó la malagueña ante la atenta mirada de todos los asistentes. Unas miradas en las que se reflejaba admiración. Una admiración que se hizo notar con los aplausos recibidos al acabar el relato. Con su acento andaluz y malagueño, así también está el trabajo escrito. Alessandra transportó al público a ese instante de la manifestación, en la que algunos sí estuvieron.

Un hombre tomó la palabra para aportar sobre esta historia. Y ante la emoción de Alessandra y del resto del salón, relató como al paso de la marcha por el hotel Málaga Palacio los camareros ondeaban manteles blancos y verdes mientras aplaudían y jaleaban a los manifestantes. «Gracias por compartirlo», le dijo con palabras mientras en sus ojos se veía la sinceridad.

Este hombre también estuvo presente cuando Trinidad Berlanga escaló el edificio de la diputación para colgar la bandera de Andalucía, algo que habían prohibido las autoridades. «Un muchacho cogió una bandera artesanal, se la puso en la boca, escaló el edifico y la puso junto a la de España. Ese día se estaba haciendo justicia», sentenció Alessandra.

Una Alessandra reivindicativa que no quiere que esta historia vuelva a morir. «Los andaluces nos tenemos que preguntar qué ha pasado con esto. Tenemos una responsabilidad oral. Nunca es tarde para que los hechos históricos estén en las bocas», aseguró la actriz, quien ve 'OÚ' como una conversación que puede surgir en una casa comiendo, en un bar o en la playa.

A pesar de estar en plena promoción del libro, Alessandra ya está inmersa en su próximo proyecto: una obra en la playa, en el Mar Mediterráneo. «Va a suceder en la arena, en la orilla y el mar y se estrenará en 2025 bajo la producción de Antonio Banderas», anunció la creadora malagueña.