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Martes, 16 de julio 2024, 00:13
El plan inicial era una discreta estancia de fin de semana en el selecto hotel Byblos de Mijas en compañía de dos amigas, cuya identidad no trascendió, para disfrutar del sol, el tenis y la piscina. Precisamente en este recinto, un desafortunado incidente con uno de los 'paparazzi' que le pisaban los talones y protagonizaron diversos enfrentamientos con los miembros de seguridad, propició un involuntario 'top-less' de la princesa de Gales que copó las portadas de revistas y prensa sensacionalista en aquel verano de 1994. El sábado y el domingo la princesa dedicó parte del día al deporte, al descanso y al sol, desayunando en su suite con vistas al campo de golf y compartiendo almuerzos y cenas en el restaurante del hotel con el resto de los clientes. Su último día de vacaciones, Lady Di lo dedicó exclusivamente a tomar el sol y a bañarse en la piscina.
A pesar de los incidentes y el acoso de los fotógrafos, Diana no renunció a su gran afición de ponerse morena, demostrando su extraordinaria capacidad para soportar los rayos solares y el calor, pues la temperatura en la Costa del Sol en pleno mes de mayo superó los 30 grados. Muy delgada y oculta bajo unas grandes gafas de sol oscuras, Diana permaneció impasible bajo el sol hasta la dos de la tarde y accedió a firmar en el libro de honor del Byblos y a fotografiarse con unos turistas ingleses. A bordo de un Ford Scort, las tres amigas (sin escolta) se dirigieron el domingo al aeropuerto de Málaga, donde tomaron el vuelo regular de la British Airways de las 19.05.
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