Josep María Pou: «El teatro se ha convertido en una farmacia de guardia donde se acude en busca de remedio»

El actor regresa a Málaga con una reflexión sobre quiénes somos y quiénes nos gobiernan a través de la figura del jurista, político, filósofo y orador romano. Lo hace en unas circunstancias difíciles, con la incertidumbre de las consecuencias que dejará en la cultura la tercera ola de la pandemia y con el convencimiento de que su actividad es esencial. «El teatro y los cines se están convirtiendo en farmacias de guardia donde la gente puede acudir en busca de remedio, medicación, consuelo«, defendió Pou, en una rueda de prensa junto a Aurora Rosales, directora ejecutiva del Teatro del Soho CaixaBank.

La receta que ofrece 'Viejo amigo Cicerón' es «deleitar instruyendo», como dijo por videoconferencia su director Mario Gas, parafraseando a Brecht. Apela a la emoción, pero también «a la razón, a la mente y al cerebro para que nos obligue a pensar y a ubicarnos en este mundo tan extraño». Cicerón es aquí «el epicentro y la excusa para hablar de nosotros mismos», con un texto de Ernesto Caballero que huye del historicismo para buscar lo que hay de actual en los pensamientos y las contradicciones de este personaje. Por eso aquí no hay túnicas ni columnas romanas, en una especie de «trampantojo teatral» donde no se separan las épocas.

«Lo que queríamos realmente era hablar de nosotros, de nuestra democracia, de la situación política de este país, de la clase política y de nosotros mismos como pueblo«, añadió Pou. Y la mejor manera de hacerlo es »mirándose en el espejo« del »más brillante abogado de su tiempo, prolífico escritor y maestro de oradores« que decidió ponerse al servicio de los ciudadanos y entrar en política. »Quería defender por encima de todo el valor de la democracia y el cumplimiento de las leyes, la libertad del pueblo contra las aspiraciones de Julio César que ya soñaba con cargarse la República romana«, resumió. Y eso, apostilló, »le costó la vida«.

Su historia da pie a desarrollar «temas eternos» en torno a la democracia, la tiranía y la libertad con solo tres personajes en escena. Asuntos de candente actualidad que permiten que cada representación «la complete de una manera determinada el público de ese día y esa hora que está en la sala». «Hemos comprobado que a todo el mundo le parecía que esa obra estaba escrita para ese día en el que lo estaba viendo», comentó Pou, ya fuera en medio de las revueltas por la sentencia del 'procés' que ahora tras el inaudito asalto al Capitolio.

'Viejo amigo Cicerón', estrenado en el verano de 2019 en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida (coproductor junto con el Teatre Romea de Barcelona), sigue de gira en estos tiempos complicados con «ilusión, valentía y sentido de la responsabilidad». «Es nuestro oficio y nuestra vida», declaró Mario Gas. El director pidió a las administraciones de todo signo «tomarse más en serio ahora y siempre el mundo de la cultura», el «alimento» que permite al hombre «enriquecerse anímicamente». En esas coincidió con Pou, que recomendó añadir el sello «de guardia» al teatro y al cine. «Salir de tu casa y encontrarte en un teatro con otra gente, aunque con distancia, es un consuelo, un remedio y una medicina. El público sale reconfortado y puede encontrar allí esa pequeña píldora que le ayude a continuar», argumentó.

Las funciones tienen ahora algo de «hecho extraordinario», lo que hace que el espectador tenga «la sensibilidad y el espíritu dispuesto de otra manera para disfrutar del espectáculo». «Los aplausos finales son más cálidos que nunca, quieren mandarnos un mensaje de colaboración y agradecimiento, de saber que estamos todos luchando por lo mismo», concluyó el actor.